La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha incluido a Hamás en la lista negra de organizaciones que cometen delitos sexuales en conflictos armados.
Esta decisión se toma tras las denuncias de Israel sobre la violencia sexual perpetrada por terroristas de Hamás contra mujeres y, en algunos casos, hombres.
La Embajadora de Israel en México, Einat Kranz Neiger, afirmó que «los militantes de Hamás cometieron algunos de los crímenes sexuales más horribles conocidos por la humanidad».
La embajadora señaló que la inclusión de Hamás en la lista negra «constituye un sello internacional de culpabilidad por un delito especialmente grave en el derecho internacional, equiparable a crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad».
¿En qué se basa la inclusión de Hamás en la lista negra?
La inclusión de Hamás en esta lista negra de la ONU se basa en el informe anual del Secretario General sobre Violencia Sexual en Conflictos, el cual destaca que existen «datos claros y convincentes» de que algunos secuestrados llevados a Gaza fueron sometidos a diversas formas de violencia sexual en cautiverio.
Además, el informe encontró «elementos que suponen actos de violencia sexual» contra algunas personas asesinadas durante el ataque del 7 de octubre.
Desde ese ataque, se denunció que los terroristas de Hamás cometieron y siguen cometiendo delitos sexuales como violaciones, mutilación y disparos a los genitales, así como abusos sexuales en cautiverio.
«Estos crímenes no han cesado, y sabemos que los militantes de Hamás continúan abusando sexualmente de los secuestrados», declaró la Embajadora Kranz Neiger.
Por ello, hizo un llamado a los países del mundo a actuar para la liberación inmediata de todos los secuestrados y a que desarmen a Hamás.
“Proyecto Dinah”
Un informe llamado «Proyecto Dinah« también documenta patrones consistentes de agresiones sexuales sistemáticas cometidas por los terroristas, tanto durante el ataque como en cautiverio.
El informe, redactado por tres juristas, concluye que Hamás utilizó la violencia sexual como parte de un «plan integral de terrorismo, humillación colectiva y deshumanización de la sociedad israelí«.