En el Monumento a la Revolución se realizó una Clase Masiva de Primeros Auxilios y Reanimación Cardiopulmonar (RCP), actividad que se enmarca en las conmemoraciones por los 40 años del sismo del 19 de septiembre de 1985 y ocho del de 2017.
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, encabezó la clase, la cual consideró fundamental para la prevención de riesgos en una emergencia por un desastre natural.
Destacó que la participación ciudadana ante situaciones de emergencia es una condición que caracteriza a la capital del país, la cual se puede recordar en los terremotos de 1985 y 2017, así como en cualquier otro momento que ha atravesado la capital del país.
Reforzar preparación ciudadana
Ante las dos mil 500 personas que acudieron a la capacitación, Brugada Molina subrayó que las acciones no se pueden quedar solo en la conmemoración, sino que debe existir el reforzamiento de la preparación ciudadana ante los riesgos.
Por ello, mencionó que la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) en 2025 ha capacitado a 175 mil personas.
“Estamos preparándonos para construir una ciudad que tenga la capacitación y la formación para salvar vidas y si la característica fundamental de esta maravillosa ciudad es su población solidaria, lo que hay que hacer es capacitar a la población para salvar vidas”, expresó.
Acción inmediata por paro cardiaco
La jefa de Gobierno expuso que más de dos tercios de las muertes por paro cardiaco ocurren antes de que la persona llegue a un hospital, por lo que la RCP, si es inmediata y de alta calidad, puede salvar vidas.
“Los que hoy están participando en esta clase se van a convertir en agentes activos de intervención comunitaria. Cada técnica aprendida y cada minuto de práctica puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, enfatizó.
SEP debe incorporar gestión de riesgos
La mandataria capitalina aprovechó para llamar a la Secretaría de Educación Pública (SEP) a incorporar la gestión integral de riesgos en la formación básica.
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Dijo que el objetivo debe ser que los alumnos de primaria, secundaria y preparatoria sean ciudadanos y ciudadanas preparados ante cualquier emergencia o evento extremo.
“Esta propuesta representa un cambio de paradigma reactivo hacia uno preventivo, privilegiando siempre la prevención por sobre la atención a las emergencias, y es un paso más para garantizar que la cultura de la autoprotección sea una realidad”, subrayó.
Figura de socorrista comunitario
Brugada Molina aseveró que la formación no solo debe concentrarse en la niñez y la juventud.
Por ello, llamó a la dependencia de Protección Civil local y a todas las asociaciones civiles afines a desatar un proceso de capacitación en comunidad para construir la figura del “socorrista comunitario”.
Comentó que hombres o mujeres se convierta en un agente preventivo que esté en un edificio, calle y dentro de la familia.
Tragedias dejan huella
En su intervención, la secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa Venegas, destacó que las tragedias de 1985 y 2017 dejaron una lección imborrable para la Ciudad de México y para el país:
“La solidaridad ciudadana y la necesidad de estar preparados ante cualquier emergencia”, dijo.
Subrayó que la clase masiva de primeros auxilios no sólo representa una actividad de aprendizaje, sino también un acto de prevención, responsabilidad y compromiso con la vida.