Cuando la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina mencionó el compromiso con la erradicación de cualquier forma de corrupción inmobiliaria y expresó: “No más cárteles inmobiliarios en la Ciudad de México”, los diputados del PAN reaccionaron y abandonaron el salón de plenos del Congreso capitalino.
En la sesión solemne del Primer Informe de Gobierno de la Ciudad de México, Brugada dijo que no se tolerará la corrupción, especialmente aquella que se hace al amparo del poder y lucra con derechos para hacer negocios indebidos.
Estos comentarios les llegaron a fondo a los legisladores panistas, al considerar una la falta de respeto y el uso político del acto republicano por parte del oficialismo.
Una decisión en conjunto
En conferencia de prensa, encabezada por la dirigente panista Luisa Gutiérrez, el coordinador de los diputados blanquiazules locales, Andrés Atayde Rubiolo, explicó que la salida fue una decisión colegiada de todas y todos los legisladores panistas.

Señaló que el retiro del salón de plenos fue en silencio y con respeto, como una señal clara frente al uso faccioso e intolerante de la tribuna.
Acompañado por todas las y los diputados del PAN, el coordinador panista explicó que su bancada mantuvo desde el inicio una postura institucional, responsable y propositiva.
Incluso, agregó que se reconoció la disposición al diálogo mostrada por el gobierno capitalino.
“Desde el PAN habíamos planteado un posicionamiento respetuoso, donde reconocimos el esfuerzo por dialogar con quienes pensamos distinto.
“Pero también señalamos los problemas reales de la ciudad: la inseguridad, el déficit de vivienda, la infraestructura al límite y la falta de planeación rumbo al Mundial”, recordó.
Ataque político
Atayde lamentó que ese marco de respeto e institucionalidad “se rompiera” durante el desarrollo del informe, ante una narrativa cargada de ataques políticos y falta de autocrítica.
“Lo que ocurrió en el pleno fue una muestra más de intolerancia, por eso, el PAN decidió retirarse en silencio, con respeto, pero también con firmeza, para dejar claro que no está dispuesto a construir por la ciudad, pero no a tolerar descalificaciones”, enfatizó.
Agresiones verbales
A su vez, Luisa Gutiérrez, respaldó la decisión de la bancada panista y denunció las agresiones verbales y actitudes intolerantes por parte de legisladores federales de Morena durante la sesión.
“Se suponía que los informes de gobierno deben servir para rendir cuentas a la ciudadanía. Lo que presenciamos fue una lista de autocomplacencias, de mentiras y de propaganda política.
“La gente no vive esa ciudad que describió la Jefa de Gobierno. Los capitalinos siguen enfrentando inseguridad, baches, falta de agua y deterioro urbano”, declaró.
Gritos e insultos
Gutiérrez denunció además que tanto ella como el secretario general del PAN en la Ciudad de México, Héctor Barrera, fueron objeto de gritos e insultos por parte de legisladores federales morenistas como Gabriela Jiménez, quien chiflaba y buscaba callar a gritos al coordinador panista.
“Ante la crisis de nuestra Ciudad, brota su autoritarismo; en el PAN no tenemos que aplaudir mentiras y la corrupción.
“Aun así, el PAN se mantuvo tolerante y respetuoso. Pero lo que no vamos a permitir es que, ante la incapacidad del Gobierno para resolver los problemas de la ciudad, se pretenda sustituir la rendición de cuentas con mentiras y agresiones”.