La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) informó que, en coordinación con autoridades estatales y municipales, se reforzó la vigilancia preventiva del volcán Chichonal, ubicado en el noroeste de Chiapas, tras detectarse un ligero aumento en la actividad sísmica entre el 6 de junio y el 21 de agosto.
Especialistas del Servicio Sismológico Nacional (SSN), de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) precisaron que la actividad registrada no representa un riesgo mayor para la población, aunque se mantendrá un monitoreo científico permanente.
Para dar seguimiento cercano a la situación, se instaló un Puesto de Mando que permitirá reforzar acciones preventivas y mantener informada a la ciudadanía de manera oportuna.
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Medidas de seguridad
Las medidas de seguridad implementadas incluyen:
- Restricción del acceso al cráter.
- Monitoreo reforzado las 24 horas por especialistas.
- Sesión permanente del Comité Científico Asesor.
- Campaña de difusión constante dirigida a comunidades cercanas y visitantes.
La CNPC recordó que desde 2021 se cuenta con un Plan Operativo para atender una eventual emergencia, el cual contempla zonas de riesgo identificadas, rutas de evacuación establecidas y refugios temporales listos para activarse.
A la población se le exhortó a mantenerse informada únicamente a través de fuentes oficiales como CNPC y Protección Civil de Chiapas, seguir las recomendaciones de las autoridades y evitar la difusión de rumores o noticias falsas.
“El volcán Chichonal se mantiene bajo vigilancia continua y cualquier cambio significativo en su actividad será informado de inmediato”, indicó la dependencia en un comunicado.
Antecedentes históricos
El volcán Chichonal tuvo su última gran erupción en 1982, considerada una de las más importantes del siglo XX en México. Aquella explosión provocó la destrucción de comunidades cercanas, dejó cientos de víctimas y obligó a la reubicación de miles de habitantes, además de generar una nube de cenizas que alcanzó Centroamérica y el sur de Estados Unidos.
Desde entonces, el coloso ubicado entre los municipios de Francisco León y Chapultenango se mantiene bajo constante vigilancia científica, debido a su potencial eruptivo y a la presencia de poblaciones asentadas en su área de influencia.