La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo condenó públicamente la agresión ocurrida en el Senado entre el dirigente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, y el presidente de la Mesa Directiva, el morenista Gerardo Fernández Noroña, calificando el episodio como una muestra del autoritarismo que, según dijo, caracteriza a la oposición.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum señaló directamente a Moreno como responsable del altercado físico registrado el miércoles 27 de agosto, en el marco de una sesión de la Comisión Permanente.
La mandataria comparó la actitud del priista con la de los grupos porriles que operaban en la UNAM durante los años ochenta.
“Cuando vi ayer al presidente del PRI en esta actitud, y a otro diputado del PRI golpeando en el piso a un trabajador de la Cámara de Senadores, me vino a la memoria aquella escena muy autoritaria. Lo que ocurrió muestra lo que es el PRIAN: autoritarismo y resolución a golpes de lo que podría haberse dialogado”, expresó Sheinbaum.
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El desafuero de “Alito” Moreno
La presidenta evitó emitir una postura sobre el posible desafuero de Alejandro Moreno, tema que ha sido discutido en círculos legislativos tras la denuncia interpuesta por Fernández Noroña ante la Fiscalía General de la República (FGR).
“No me voy a meter al tema del desafuero. Lo importante aquí es que se muestra quiénes son”, declaró Sheinbaum, subrayando que el incidente revela la “hipocresía” de quienes acusan al gobierno de autoritarismo mientras recurren a la violencia en el Congreso.
El enfrentamiento entre Moreno Cárdenas y Fernández Noroña se produjo en medio de una discusión sobre la agenda legislativa, marcada por acusaciones de “traición a la patria” y señalamientos sobre presuntos vínculos con el crimen organizado.
Moreno, por su parte, acusó a Fernández Noroña de provocación y de haber amenazado a opositores, mientras que legisladores oficialistas denunciaron intentos de desestabilización por parte del PRI y el PAN.
Llamado a tranquilizarse
El episodio ha encendido el debate sobre la polarización política en el país y la necesidad de garantizar condiciones de civilidad en el Congreso. Mientras tanto, la presidenta llamó a “tranquilizar los ánimos” y reiteró que existen condiciones para legislar con responsabilidad.