La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que “no tiene sustento” la preocupación expresada por cámaras empresariales sobre el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas azucaradas propuesto en el Paquete Económico 2026, y negó que la medida afecte a las tienditas del país.
“Sí, pero no, no tiene sustento. Las bebidas azucaradas se venden en el último rincón del país, y el objetivo —entiendo su preocupación— pero desde nuestra perspectiva es que se consuma menos”, afirmó la mandataria federal durante su conferencia matutina de este jueves en Palacio Nacional.
Sheinbaum argumentó que el propósito del impuesto es reducir el consumo de productos dañinos para la salud, al señalar que “el exceso de consumo de bebidas azucaradas está demostrado científicamente que provoca daños a la salud”.
Ayer, representantes de cámaras empresariales solicitaron a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados frenar el incremento del IEPS, argumentando que “no es un impuesto saludable” y que podría afectar a las microtiendas del país. La propuesta del Ejecutivo busca reducir en 7 por ciento el consumo de refrescos y recaudar alrededor de 41 mil millones de pesos.
Frente a estos señalamientos, Sheinbaum descartó impactos negativos al comercio minorista:
“No, no va a ocurrir, no va a ocurrir”, respondió tajante.
La presidenta añadió que su gobierno mantiene pláticas con la iniciativa privada y la Secretaría de Salud para promover bebidas más saludables, además de destinar los recursos recaudados a programas de atención a la diabetes e hipertensión.
“Hay pláticas con ellos y con la Secretaría de Salud, y puede seguir habiendo, porque deben promoverse bebidas más saludables. Y lo que, si se llega a recaudar, se va directo a la atención a diabetes e hipertensión”, apuntó.
Con ello, el Gobierno federal busca alinear la política fiscal con la política de salud pública, mientras el Congreso analiza las implicaciones económicas y sanitarias de la medida.