“En este México nuevo, la honestidad no es la excepción, es la regla; quien traicione al pueblo, quien robe al pueblo, enfrenta la justicia. El poder no es para enriquecerse, es para servir con humildad. Los recursos públicos son sagrados y se le devuelven al pueblo”, reiteró la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
En un Zócalo de la Ciudad de México lleno de simpatizantes que acompañaron su Primer Informe de Gobierno, la Presidenta delineó el eje ético de su administración: un gobierno sin privilegios, transparente y dedicado “al bienestar del pueblo y no al enriquecimiento de unos cuantos.
Se acabaron los lujos, las fortunas al amparo del poder y los gobiernos alejados de la gente. Hoy, el poder es para servir con humildad”, enfatizó.
Corrupción y justicia social: “Cuando no hay corrupción, alcanza para más”
La mandataria sostuvo que el combate a la corrupción ha sido la base del nuevo modelo de desarrollo.
“Cuando no hay corrupción, alcanza para más”, afirmó al anunciar que la recaudación federal crecerá 500 mil millones de pesos en comparación con el año pasado, sin aumentar impuestos.
Enfatizó que “los recursos públicos no son botín ni negocio, son instrumentos de justicia. Lo que antes se robaban unos cuántos, hoy se convierte en escuelas, hospitales, trenes y programas de bienestar”.
Sheinbaum recordó que “México vivió 36 años de neoliberalismo sin alma, donde el dinero era la única medida del éxito”, pero que hoy el país “transita hacia la justicia social, la dignidad y la igualdad de derechos”.
Citó como ejemplo los avances en reducción de la pobreza:
“En 2008, el 45% de la población vivía en pobreza; hoy esa cifra bajó al 29%. Entre 2018 y 2024, 13.5 millones de mexicanas y mexicanos salieron de la pobreza”, refirió.
Seguridad: 32% menos homicidios dolosos
La Presidenta destacó los resultados en materia de seguridad, al precisar que su gobierno logró una reducción histórica del homicidio doloso del 32%.
“Entre septiembre de 2024 y septiembre de 2025 se cometieron 27 homicidios diarios menos. Es un logro del trabajo constante, de la coordinación y del profesionalismo de nuestras instituciones”, indicó.
Resaltó avances estatales en la reducción de homicidios como en Zacatecas, 88%; Jalisco, 73%; Nuevo León, 62%; Guanajuato, 61%; Sonora, 46%; Puebla, 45%; Tabasco, 44%; Estado de México, 43%; Baja California, 25%; y Guerrero, 22%.
Aseguró que la estrategia de seguridad “se decide soberanamente en México, sin injerencias extranjeras”, y recalcó: “Nadie influye en nuestra política de construcción de la paz. Sólo nuestra honestidad, convicción, certeza y perseverancia”.
En ese contexto, agradeció la lealtad y patriotismo de Ricardo Trevilla Trejo, secretario de la Defensa Nacional, y de Raymundo Pedro Morales Ángeles, secretario de Marina.

Llamó la atención la ausencia al evento de dos figuras clave: el secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubon, y del titular de Seguridad Pública federal, Omar García Harfuch.
Obras estratégicas y trenes nacionales: símbolo de soberanía
Sheinbaum dedicó una parte sustantiva de su informe a la infraestructura, calificando las obras ferroviarias y energéticas como “emblemas del nuevo Estado desarrollador y honesto”.
“Estamos construyendo trenes, carreteras, puertos y hospitales porque la obra pública es símbolo de soberanía. Son proyectos del pueblo, hechos con dinero limpio, sin corrupción ni intermediarios”, afirmó.
La presidenta enumeró los principales avances: “El Tren Maya ha transportado 1.7 millones de pasajeros, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles ha movilizado 15 millones de personas y casi un millón de toneladas de carga, la Refinería Olmeca produce 270 mil barriles diarios de petrolíferos”.
Además, resaltó el impulso de nuevos proyectos ferroviarios: “Ya iniciamos el tren Ciudad de México–Pachuca, el tren del norte Ciudad de México–Querétaro–Saltillo–Nuevo Laredo, el tren México–Querétaro–Irapuato–Nogales, y el Tren Interoceánico entre Oaxaca, Chiapas y Tabasco. Los trenes de pasajeros vuelven a la Constitución, como derecho del pueblo”, anunció.
En este punto, lanzó una propuesta ante la multitud:
“¿Qué les parece si al tren de México a Nuevo Laredo lo llamamos ‘Tren del Golfo de México’?”, preguntó, desatando aplausos.
“Son obras que devuelven el orgullo nacional. Lo que antes eran contratos corruptos y sobreprecios, hoy son proyectos públicos al servicio del pueblo”, enfatizó.
Relación con Estados Unidos: cooperación sin sometimiento
En materia internacional, Sheinbaum aseguró que México mantiene una relación de respeto y cooperación con Estados Unidos, especialmente en materia comercial, energética y de seguridad.
“Frente a cualquier intento de injerencia o intervención extranjera, México ha dejado claro su postura: nuestro país no acepta intervenciones, intromisiones o actos que atenten contra su soberanía. Somos un país libre, independiente y soberano”, recalcó.
La mandataria dijo que su gobierno trabaja para consolidar un acuerdo comercial equilibrado con Estados Unidos en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y anticipó que en 2026 “se evaluará el tratado con la certeza de que México está más fuerte, más productivo y más respetado”.
“Estoy segura de que llegaremos a un buen acuerdo con Estados Unidos y con todas las naciones del mundo, porque defendemos el comercio justo, la inversión responsable y la dignidad nacional”, subrayó.
Los proyectos conjuntos de innovación con el país vecino
“La próxima semana presentaremos el prototipo del vehículo eléctrico ‘Línea’, el taller de diseño de semiconductores y los primeros satélites nacionales. Es parte del programa ‘México, país de innovación’, en el que colaboramos con universidades y empresas de América del Norte”, detalló.
Sheinbaum afirmó que la cooperación con Estados Unidos se basa en la reciprocidad y el respeto mutuo.
“No somos patio trasero de nadie. México se respeta, México dialoga de igual a igual, y México decide su propio destino”, expresó entre aplausos.
Legado y compromiso con la Cuarta Transformación
En su discurso, Sheinbaum evocó el legado de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, a quien calificó como “un ejemplo de honradez, austeridad y profundo amor al pueblo”.
“Nunca se rindió, nunca se vendió a los poderosos y nunca se apartó de sus principios. Que se escuche bien: su presidenta tampoco lo hará”, aseguró.
Sostuvo que “por más duras que sean las presiones, nosotros sólo hacemos reverencia a uno solo: al pueblo de México”.
El mensaje final
“Aquí estamos de pie, con la fuerza de nuestra historia, el orgullo de nuestro presente y la esperanza de nuestro porvenir. No les voy a fallar. Mi compromiso es la patria, el pueblo y la Cuarta Transformación. Que viva la dignidad del pueblo de México, que viva México, que viva por siempre”, cerró, arropada por gritos de “¡Presidenta, presidenta!”.
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