En México, el dolor de hombro es una condición músculo-esquelética muy común que puede afectar a entre 20% y 25% de la población en algún momento de su vida.
De acuerdo con especialistas, sus causas son multifactoriales e incluyen problemas degenerativos, traumáticos y por uso excesivo, siendo las lesiones del manguito rotador una de las razones más frecuentes. El dolor de hombro puede ser muy incapacitante y provocar bajas laborales.
Estos malestares también pueden provocar pérdida de movilidad e incluso una incapacidad permanente si no se trata a tiempo y causa limitaciones funcionales importantes que impiden realizar actividades laborales y diarias.
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¿Por qué es incapacitante el dolor de hombro?
Los problemas de hombro pueden provocar diversos problemas, entre ellos:
- Dolor intenso. Puede ser tan fuerte que impida dormir y limite la capacidad de realizar movimientos.
- Pérdida de movilidad. Ciertas condiciones como la capsulitis adhesiva (hombro congelado) o lesiones del manguito rotador pueden causar rigidez y una reducción significativa de la movilidad.
- Limitaciones funcionales. La combinación de dolor y falta de movilidad puede impedir realizar tareas que requieran levantar peso, usar la fuerza en el brazo o mantener ciertas posturas.
- Afectación del sueño. El dolor constante puede interrumpir el sueño, lo cual agrava los síntomas y la sensación de incapacidad.
Lesiones de hombro más frecuentes
El dolor de hombro es una de las consultas más comunes en ortopedia y, en muchos casos, está relacionado con el manguito rotador, un conjunto de músculos y tendones que permiten la movilidad y estabilidad de esta articulación.
Cuando estos tejidos se inflaman o se desgarran, las consecuencias pueden ir desde molestias leves hasta la incapacidad de mover el brazo. Jorge Cervantes, ortopedista artrofista, señala que el manguito rotador es fundamental para la función del hombro.
“Cuando se daña, ya sea por sobreuso, envejecimiento o una lesión súbita, la vida diaria de las personas se ve seriamente limitada, incluso en tareas tan simples como peinarse, vestirse o dormir del lado afectado”.
La tendinitis del manguito rotador surge cuando los tendones se inflaman, generando dolor al realizar movimientos repetitivos del brazo por encima de la cabeza. Actividades cotidianas como trabajar frente a la computadora, dormir sobre el mismo hombro o practicar deportes como natación, tenis o béisbol pueden detonar esta condición.
Explica que “al inicio, los síntomas suelen ser leves y se manifiestan únicamente con ciertas actividades, pero si no se atienden, pueden progresar a dolor nocturno, rigidez y pérdida de movilidad”.
Desgarros, rupturas completas
Cuando los tendones del manguito rotador se debilitan o se someten a un esfuerzo excesivo, pueden desgarrarse parcial o totalmente. Los desgarros agudos suelen ser consecuencia de una caída o un movimiento brusco al cargar peso, mientras que los crónicos se desarrollan con el tiempo en personas con tendinitis no tratada.
“Un desgarro parcial puede mejorar con reposo, fisioterapia y medicamentos, pero cuando hablamos de rupturas completas, la cirugía es muchas veces la única alternativa para devolver la función del hombro”, puntualizó el especialista.
¿Qué se puede hacer?
El especialista resaltó que el diagnóstico se realiza mediante examen físico, radiografías, ultrasonido o resonancia magnética. El tratamiento depende de la gravedad: desde hielo, antiinflamatorios y ejercicios de fortalecimiento, hasta infiltraciones y cirugía artroscópica.
“El mensaje más importante es no ignorar el dolor de hombro. Si persiste más de unos días o limita tus actividades, es momento de consultar a un especialista. Atender estas lesiones a tiempo puede marcar la diferencia entre un tratamiento conservador y una cirugía compleja”, advierte el doctor Cervantes.
Adoptar buenas posturas, evitar movimientos repetitivos por encima de la cabeza, calentar antes de hacer ejercicio y escuchar las señales del cuerpo, son medidas fundamentales para prevenir estas lesiones.
“El cuidado preventivo es tan importante como el tratamiento. Un hombro sano garantiza libertad de movimiento y, con ello, una mejor calidad de vida”, concluyó Jorge Cervantes.