Una mañana de tensión y violencia se registró en la colonia San Juan de Aragón, en la alcaldía Gustavo A. Madero (GAM), cuando un hombre armado irrumpió en un gimnasio comunitario y tomó como rehenes a dos personas, en un hecho que culminó con su muerte y un negociador herido.
¿Qué ocurrió?
El incidente se registró alrededor de las 8:30 horas en el gimnasio “Xibalbá Girls Training”, ubicado dentro del centro educativo Leonardo Murialdo, anexo a una iglesia sobre avenida 606.
De acuerdo con autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), el agresor era un exempleado del gimnasio, despedido hace tres años, quien habría contribuido a su acondicionamiento y mantenía un conflicto personal con el propietario.
Testigos relataron que el sujeto ingresó al inmueble armado y confrontó a su antiguo jefe. Durante la discusión, sacó un arma de fuego y tomó como rehenes al sacerdote del centro y a su secretario, atrincherándose en un aula del recinto.
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Operativo de emergencia
Ante ello, la SSC desplegó un operativo con elementos del grupo Zorros, la Unidad Metropolitana de Operaciones Especiales (UMOE), paramédicos del ERUM y personal de la Fiscalía General de Justicia capitalina. Se evacuó a los alumnos del centro educativo y se estableció un perímetro de seguridad.
Un negociador de la Policía de Investigación intentó persuadir al agresor para que se entregara pacíficamente. Sin embargo, el sujeto abrió fuego, hiriendo al negociador. En respuesta, los elementos de seguridad ingresaron al inmueble y abatieron al atacante.
Estado de salud y víctimas
El negociador herido fue trasladado a un hospital cercano, donde se reporta estable. Las dos personas retenidas –el sacerdote y su secretario– fueron liberadas sin lesiones físicas, aunque se encuentran bajo atención psicológica, por el impacto emocional del suceso.
Reacciones y contexto
Vecinos de la zona expresaron su preocupación por la seguridad en espacios comunitarios, señalando que el agresor ya había sido identificado previamente como una persona conflictiva.
Las autoridades investigan si hubo omisiones en los protocolos de seguridad del centro y si el agresor actuó solo o recibió apoyo externo. También se analiza la legalidad del arma utilizada y si existían antecedentes penales.