En medio del duelo por la muerte del Papa Francisco, los ojos del mundo católico se dirigen hacia Roma, donde ya se preparan los rituales funerarios y el próximo cónclave. En entrevista con la Agencia Mexicana de Información (AMEXI), el exvocero de la Arquidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar Romero, ofreció detalles clave sobre los próximos pasos litúrgicos y políticos que marcarán la sucesión papal.
Valdemar Romero detalló que después de que fue cerrado el féretro del Papa Francisco a partir de mañana se celebrará la misa de exequias, que marca el inicio del novenario que reunirá a más de 150 cardenales, además de jefes de Estado y fieles de todo el mundo.
Tras la misa, el cuerpo del Pontífice será trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor, cumpliendo su deseo de ser sepultado junto a la Virgen, y no en San Pedro como la mayoría de sus predecesores.
Concluido el novenario el próximo 4 de mayo, iniciarán las congregaciones generales, donde los cardenales discutirán los retos actuales de la Iglesia antes del cónclave que elegirá al nuevo Papa. Según Valdemar, este proceso no es inmediato ni simple.
“Se requiere una mayoría de dos tercios, es decir, al menos 90 votos. Este no será un cónclave fácil, no será de un solo día.”
¿Qué es un cónclave?
Sobre el funcionamiento del cónclave, Hugo Valdemar recordó que se trata de un proceso altamente reservado: “Los cardenales se encierran ‘con llave’, sin contacto con el exterior. Solo ellos votan. No hay medios, no hay filtraciones. Todo es secreto”.
Explicó que los cardenales electores deben ser menores de 80 años, aunque ahora suman más de los 120 estipulados, con 135 posibles votantes.
Respecto a los posibles sucesores, el exvocero de la Arquidiócesis Primada de México aclaró que no es correcto simplificar las opciones entre “liberales” y “conservadores”.
“Esa visión es una propaganda reduccionista. Hay muchas sensibilidades entre los cardenales. Después de un papado tan particular como el de Francisco, creo que buscarán un perfil moderado, más intermedio”.
Los papables
Entre los nombres que suenan están Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, y el africano Fridolin Besungu. “Es difícil que elijan a alguien de Estados Unidos, pero más allá de las nacionalidades, lo que importa es quién puede guiar a la Iglesia hoy”, señaló Valdemar.
“No hay bloques tan claros. Sí hay sensibilidades diversas. Hay quienes buscan una continuidad con Francisco, y quienes preferirían un giro hacia una Iglesia más doctrinal y ordenada. Pero eso no significa que estemos ante una disputa ideológica radical. Creo que, tras un papado tan intenso, se buscará un perfil moderado”.
Sobre la posibilidad de un Papa africano o asiático, Valdemar aclara: “Es una fantasía pensar que se elige por geografía. Lo que los cardenales buscan es un hombre que pueda guiar a la Iglesia. El pasaporte pesa poco. Lo único que sí parece descartado es un Papa estadounidense, por el conflicto entre poder espiritual y temporal”.
Una decisión histórica
Concluido el novenario el 4 de mayo, se espera que el cónclave inicie esa misma semana. “Podría durar entre 3 y 5 días. Es difícil predecirlo. A veces, como con Juan Pablo II, hay sorpresas inesperadas. Los favoritos no siempre ganan. La historia lo ha demostrado.”
En las próximas semanas, el mundo será testigo de un momento determinante para el futuro de la Iglesia Católica.
La figura que emerja de la Capilla Sixtina no solo deberá guiar a mil 300 millones de fieles, sino también enfrentar una comunidad global que aún busca su lugar en medio de la incertidumbre espiritual del siglo XXI.