El director general del Tren Maya, Óscar David Lozano Águila, negó que el incidente ocurrido en la estación Izamal haya sido un descarrilamiento: fue una anomalía en la vía.
En conferencia matutina, el funcionario calificó el evento como un “percance de vía” derivado de una anomalía técnica en el sistema ferroviario, sin consecuencias graves para los pasajeros ni afectaciones estructurales al convoy.
¿Cómo fue el incidente?
Según el reporte oficial, el tren 304 realizaba maniobras cuando se presentó una falla en la aguja de cambio de vía, lo que provocó un desacople inesperado.
Lozano explicó que “la aguja no se separó como debía; es una situación que debe analizarse, ya que no tendría que suceder en un sistema ferroviario”.
Ante el jalón percibido en la vía, la conductora activó el freno de emergencia y detuvo la unidad.
El tren 307, que se encontraba estacionado en el andén, fue evacuado en siete minutos.
Los pasajeros del tren 304 descendieron mediante escaleras de emergencia y los desalojaron por el andén contrario.
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Sólo hubo un retraso de 45 minutos
En total reubicaron a 261 pasajeros: 67 decidieron continuar el trayecto en el Tren Maya, mientras que al resto lo trasladaron en autobuses gratuitos hacia Mérida y Cancún.
“No hubo afectación en las operaciones”, aseguró Lozano Águila, quien destacó que el servicio se reanudó tras un retraso de 45 minutos.
Además, se activaron los protocolos de Protección Civil y se solicitó la intervención de peritos de la Fiscalía General de la República (FGR) para evaluar los daños y establecer medidas correctivas.
La seguridad de los pasajeros no estuvo en riesgo
El director enfatizó que “en ningún momento se puso en riesgo la seguridad de las personas” y reiteró el compromiso del proyecto con la eficiencia y la seguridad ferroviaria.
“El evento fue una anomalía que requiere análisis. No fue un accidente mayor ni se comprometió la integridad de los pasajeros”, concluyó.
La aclaración busca disipar la alarma generada por imágenes difundidas en redes sociales que mostraban el momento en que un vagón perdió contacto con la vía férrea.
El gobierno federal ha insistido en que se trata de una falla puntual y aislada, sin implicaciones estructurales para el sistema del Tren Maya.