Distintas organizaciones sindicales de México celebran el cambio de actitud de la presidenta Claudia Sheinbaum respecto al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se negó totalmente al diálogo con los sindicatos. Sin embargo, esta apertura parece más un diálogo con sordos.
El actual gobierno, autodenominado «segundo piso de la Cuarta Transformación«, sostiene un proceso de diálogo con distintas organizaciones sindicales y sociales, establece acuerdos, pero a la vuelta de la esquina les da la espalda y se burla de sus propios ofrecimientos a los trabajadores.
Son muchos los ejemplos del diálogo con sordos. En muy poco tiempo, desde octubre que se inició el gobierno del «segundo piso de la 4T», a diversos niveles hay mesas de diálogo y canales de comunicación con la Asociación General de las y los Trabajadores (AGT), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el Frente Nacional de Sindicatos de Educación Media Superior (FNSEMS), entre otros.
El diálogo con sordos es con todos los funcionarios
Esta sordera política parece una epidemia entre los funcionarios del «segundo piso de la 4T», pero es una sordera de tipo especial, porque todos hacen como que escuchan, como que van a tomar en cuenta la opinión de los trabajadores, pero no lo hacen.
Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación (Segob); Mario Delgado, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP); Martí Batres, director del ISSSTE, y la propia presidenta Claudia Sheinbaum son los que tienen la sordera más avanzada; lo riesgoso es que parece que ese tipo especial de sordera se contagia de arriba hacia abajo.
La sordera de los funcionarios del Poder Ejecutivo ya se extendió a la Cámara de Diputados y a la Cámara de Senadores, donde los legisladores reciben a las organizaciones sindicales, les dicen que en las reformas se tomarán en cuenta sus opiniones y hacen todo lo contrario.
La reforma al Infonavit, ejemplo del diálogo con sordos
Desde que asumieron el cargo los nuevos integrantes del Congreso de la Unión y el «segundo piso de la 4T», diferentes centrales y confederaciones de sindicatos expresaron su exigencia de que se tomen en cuenta sus propuestas para la reforma al Infonavit.
Al ver que no había disposición de tomarlos en cuenta, la Asociación General de las y los Trabajadores (AGT) realizó un mitin en el Monumento a la Revolución, a la par que inició una serie de reuniones con el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinador de Diputados de Morena.
Tras el anuncio de los sindicatos de llevar el tema ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y al ver que no cesaban los reclamos, en enero se realizó una reunión con Rosa Icela Rodríguez, quien se comprometió a que las propuestas ahí presentadas se tomarían en cuenta.
El secretario general del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), el ingeniero Francisco Hernández Juárez, tras la imposición de la reforma al Infonavit, dijo que los acuerdos que se pactaron con la titular de la Segob y el senador Adán Augusto López Hernández no se cumplieron. «No le quitaron ni una coma a su propuesta», señaló.

La reforma a la Ley del ISSSTE, con manchas de sordera política desde su formulación
Claudia Sheinbaum, en presencia de los titulares de la Segob, la SEP y el ISSSTE, desde finales de octubre de 2024, se comprometió con la Comisión Nacional Única de Negociación (CNUN) de la CNTE a que gobierno y maestros democráticos elaborarían conjuntamente una propuesta de reforma a la Ley del ISSSTE, que abrogaría la impuesta por Calderón en 2007.
En reuniones sucesivas, Mario Delgado ratificó el acuerdo y la CNTE puso a trabajar a su Comisión Nacional Jurídica y de Derechos Humanos (CONAJUDH), que ahora tiene un primer borrador de propuestas. La sorpresa fue que hace unas semanas la 4T presentó de manera unilateral su propuesta para reformar la Ley del ISSSTE.
Por eso el maestro Isael Vásquez, integrante de la CNUN, dijo que Mario Delgado Carrillo se burla de la CNTE, y tiene razón, porque el amigo de Claudio X. González hace lo mismo con el resto de las demandas de la CNTE, como la anulación del USICAMM, por eso los maestros democráticos del país empiezan a levantarse en varios estados.
Para formular el Plan Integral de la Educación Media Superior, Delgado Carrillo se comprometió con los más de 60 sindicatos del Frente Nacional de Sindicatos de Educación Media Superior (FNSEMS) a que se tomarían en cuenta sus planteamientos en esta propuesta. Sin embargo, no dijo ni «agua va» y ya lo está imponiendo.
El mayor peligro ante el diálogo de sordos sería una epidemia de ceguera política en los sindicatos
El diálogo con sordos políticos se repite una y otra vez, en las mesas con los Padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos por el Estado mexicano, con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), con la Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (ANUEE), entre muchos más.
Pero hay un gran riesgo: que las organizaciones sindicales no se den cuenta de que la 4T padece de una sordera política muy avanzada, porque entonces corremos el riesgo de que se vaya otro sexenio sin resolver demandas.
La única manera de combatir esta sordera gubernamental es, por un lado, evitar que las organizaciones sindicales caigan en la ceguera política y vean que la lucha en las calles y la movilización es lo que llevó a la CNTE y a los Padres de los 43 a establecer sendas mesas de diálogo con la presidenta.
Por eso, cuidar a nuestro movimiento de la ceguera política y seguir construyendo unidad para la movilización centralizada, nacional y unitaria son los únicos antídotos para no seguir en el charco del diálogo con sordos.
Que la economía política nos libre de la ceguera política para seguir vislumbrando los senderos de nuestra lucha de clases.