Ciudad de México, 2 jul. (AMEXI).- La Encuesta Nacional de Salud Financiera (Ensafi), recientemente publicada con bombo y platillo tras un largo periodo de espera, reveló algo que ya todos sabemos o muchos sentimos, que siete de cada 10 mexicanos tienen “estrés financiero”, es decir, están enfermos del bolsillo.
Esto no debería sorprender si consideramos que, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el 43.4% de la población mexicana vive en pobreza y pobreza extrema, y en su reporte del primer trimestre del año, indicó que el 35.8% de la población vive pobreza laboral, es decir, tiene un ingreso laboral inferior al valor monetario de la canasta alimentaria.
No esperaríamos que si cuatro de cada 10 personas están en pobreza o pobreza extrema, el 60% restante ya estuviera en mejores condiciones en automático. Además, porque sabemos que la riqueza de este país se concentra en pocas manos.
El estrés no sólo lo sienten personas con bajos ingresos, también los niveles altos
Lo que destaca es que, según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), organismo que encargó la encuesta, el estrés financiero no sólo lo padecen personas con bajos ingresos, sino también las personas con altas entradas de dinero.
La acumulación de las deudas y los gastos imprevistos fueron las principales preocupaciones de los mexicanos encuestados; no obstante, 14.4% de los participantes admitió que prefería comprar sobre ahorrar, y el 13.8% afirmó que siempre o casi siempre gasta el dinero que tiene en lugar de ahorrarlo para gastos inesperados.
La Ensafi reveló también que de la población de estudio, el 30.5% dijo que durante el último mes, no tuvo suficiente dinero para cubrir sus gastos sin endeudarse, situación que afectó en mayor medida a las mujeres que a los hombres.
Más allá de los números, la Ensafi confirma no sólo la desigualdad económica que hay en el país, sino también la desigualdad que hay en los sueldos y salarios entre hombres y mujeres.
Pese al estrés, las personas mantienen consumo
Lo grave de ello, está en aquellas personas que sin importar la situación prefieren mantener el consumo y esto es, claro, reflejo de la manera en que el sistema capitalista enfermó de consumismo a la población mexicana y del mundo.
Durante la presentación, se dijo que uno de los elementos importantes de este estrés financiero es la conducta de las personas por no tener suficiente educación financiera y buenos hábitos de consumo o de uso de los servicios financieros.
Pero de poco servirá que los mexicanos aprendan a hacer un mejor uso del dinero, en tanto se mantenga un sistema económico voraz que actúe a manera de “dealer” que mantenga a su drogadicto en un círculo vicioso, que como ya vimos no sólo atrapa a los más pobres sino también a los que más tienen.
Sin duda, tiene buenas intensiones la emisión de esta primera ENSAFI. La idea es que haya medidas desde los diferentes sectores públicos y privados para llevar a cabo iniciativas enfocadas a mejorar la salud financiera de los mexicanos, a través de darles herramientas para que sepan más sobre el manejo del dinero.
Pero, ¿será que a las empresas, sobre todo a las instituciones financieras les interesa tener personas con más conocimientos que las obligue a la competencia, a que mejore la calidad del servicio, o bien, que les interese que las personas ahorren en lugar de que gasten su dinero, se endeuden y entonces, les cobren intereses?… Ya lo veremos.