Ciudad de México, 17 jun. (AMEXI).- El movimiento obrero mexicano camina hacia la construcción de una Coordinación Nacional Colegiada, en el que coincidan las principales fuerzas sociales y sindicales del país, con miras a generar un sector unido y fortalecido en beneficio de la clase trabajadora mexicana.
Para nadie es secreto el desdén que mostró el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), durante su sexenio que está por concluir, hacia el sector, pese a las grandes reformas laborales que se implementaron en esta administración.
Los grandes ausentes en la discusión de dichos cambios y sus implicaciones fueron los trabajadores, sobre todo los representados por las organizaciones democráticas o independientes. Los que fueron considerados en dicho diálogo fueron los llamados sindicatos charros, que antes y ahora siguen al servicio del Estado.
Ante el desdén del gobierno, fortalecer la unidad es la respuesta
Al parecer, las cosas podrían continuar en el mismo sentido hacia el próximo sexenio, pues hasta ahora la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, sólo se reunió con aquellos dirigentes o centrales que sabemos que representan todo menos los intereses de los trabajadores.
Si bien, es importante establecer los canales de comunicación con el gobierno federal y las autoridades, así como los legisladores, hoy los líderes sindicales tienen claro que es necesario hacer valer la voz y la fuerza de la clase trabajadora, así como lo hace el sector económico del país.
Se plantea la creación de una Coordinación Nacional Colegiada
Y para ello, es necesario fortalecer la unidad del movimiento obrero. Ya entre la cúpula del sector social y sindical del país se trabaja en el desarrollo de una Coordinación Nacional Colegiada, en la que se establezca una agenda de trabajo y movilización conjunta.
El objetivo es que en esa Coordinación coincidan las diferentes centrales sindicales, más allá de los intereses individuales que tenga cada una para sus gremios. Se trata de coincidir en las demandas sociales y laborales que tengan mayor impacto en la clase trabajadora.
Por ahora, esta es una iniciativa que se trabaja en la Mesa de Diálogo Sindical, en donde coinciden la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) con su presidencia colegiada, así como la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) y la Confederación de Trabajadores Campesinos (CTC).
Asimismo, participan la Confederación de Obreros, Campesinos y Empleados de México (COCEM), el Sindicato Nacional De Trabajadores Del Seguro Social (SNTSS) y Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo (SNTSTC).
Se busca sumar al Sindicato de Mineros, a la Nueva Central de Trabajadores (NCT), la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y otras, con el propósito de posicionar los temas de interés de los trabajadores, pero también destacar su presencia en materia política, para que participen de forma importante en la discusión y eventuales cambios relevantes para el país.
Si bien, ya hubo esfuerzos unitarios como la marcha del 1º de mayo de este año, la idea es que sea un trabajo permanente entre las diferentes fuerzas.
Los acuerdos hasta el momento
Entre los acuerdos obtenidos hasta ahora destacan: Fortalecer el trabajo de la Mesa de Diálogo Sindical en los estados; Valorar la realización de movilizaciones para apoyar los temas señalados; fortalecer las actividades de este referente para lograr la interlocución con el gobierno: buscar un encuentro con la presidenta electa y entregarle el plan de acción y realizar un encuentro con legisladores de las diferentes Cámaras, entre otros.