Uno de los muchos problemas de la presidenta Claudia Sheinbaum es que, a querer o no querer, ha caído en el perverso juego que la ha impuesto ni más ni menos que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuya estrategia es darle una especie de apapachada para, inmediatamente después, sin consideración alguna, aventarle un balde de agua helada.
Ilustrando lo anterior está que ayer, en la gustadísima “Mañanera del Pueblo”, de manera que quiso aparentar ser muy firme, la jefa del Ejecutivo repitió una vez más que “México no es piñata de nadie” y agregó: “a México se le respeta”, una frase, la primera, que ya se está haciendo muy sonada y que generalmente se refiere, precisamente, al vecino país del norte.
Ya la había dicho antes, hace unos meses, desde Campeche, en alusión a los políticos estadounidenses que, con objetivos electoreros, dijo esa vez, hablan mal de México, y los convocó a que “se dediquen a hablar de su país, que bastantes problemas tiene. Que no utilicen a México para hacer la campaña, porque México les da muchas clases a los Estados Unidos en muchas cosas”. ¿Será?
El nuevo cubetazo de agua helada y, además, con hielos que recibió la inquilina de Palacio Nacional, vino cuando el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT, por sus siglas en inglés) anunció la revocación de 13 rutas actuales o planificadas de aerolíneas mexicanas hacia el vecino país del norte, incluyendo la cancelación de todos los vuelos combinados de pasajeros y de carga desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
La medida que firmó el secretario de Transporte, Sean Duffy, deriva, para variar, de uno de los caprichos heredados de Andrés Manuel López Obrador, igualmente congela el crecimiento de servicios aéreos desde el Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” (AICM), lo que Washington calificó como una respuesta a la “inacción e incumplimiento continuado” del gobierno mexicano en materia de reciprocidad aérea.
Desde luego, la presidenta Sheinbaum manifestó su airado desacuerdo con la medida tomada por el gobierno de Donald Trump, y es ahí donde reiteró, envuelta en la bandera de la soberanía, que nuestro país no era piñata de nadie y atribuyó un “interés político” del gobierno de Washington.
GRAVES REPERCUSIONES POR CAPRICHO DE AMLO
Sin embargo, esta es una situación que ya preveía la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), cuyo secretario general es Jesús Ortíz Álvarez, quien no descartó un gran clima de preocupación en el gremio, porque pese a que ellos alertaron sobre esta situación, esta errada y llamada Cuarta Transformación, ahora en su segundo piso, simplemente hizo oídos sordos y subestimó, por lo que el gobierno de Estados Unidos reaccionó como se esperaba, es decir, como México violó el acuerdo bilateral de transporte aéreo signado en 2015, Trump presionó.
Cabe destacar que, en las negociaciones del citado acuerdo bilateral, estuvieron involucrados pilotos mexicanos agremiados a ASPA y por ende, lo conocen pormenorizadamente todo y, en cambio, los flamantes funcionarios de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, que encabeza Jesús Esteva Medina, al parecer, ni idea tienen.
La reacción del gobierno estadounidense se debió, se reitera, a uno de los muchos caprichos y pataleos ni más ni menos que de López Obrador cuando forzó al vecino del norte a utilizar un aeropuerto como el Felipe Angeles, que desde que se inauguró, va en picada. Nadie quiere ir al AIFA, menos Estados Unidos, porque hasta al secretario de Estado del gobierno de Estados Unidos, Marco Rubio, le costó trabajo salir de ahí en medio de la lluvia en su reciente visita a nuestro país.
Por lo demás, ASPA advirtió en tiempo y forma sobre esta crítica situación; incluso, envió propuestas para solucionar, sin que esta errada y llamada Cuarta Transformación se diera por enterada y ahora, Sheinbaum se espanta. Pura incongruencia.
De cualquier manera, los pilotos de ASPA solicitaron ya una reunión urgente para ver las repercusiones operativas de este nuevo problema que, sin duda, son graves, ya que además de haber consumidores afectados por la cancelación de vuelos y los pilotos ven esfumados esos ingresos, se afecta seriamente la conectividad aérea.
Por su parte, las aerolíneas vetadas estarían obligadas a canalizar a los pasajeros afectados para que puedan llegar a sus destinos y, ¿cómo le van a hacer?
MUNICIONES
*** De nueva cuenta, Morena y sus rémoras lo hicieron y ayer en el Senado de la República. Con 79 votos a favor, del oficialismo, y 37 en contra, de la oposición, se aprobó la Ley de Ingresos de la Federación, sin cambiarle “ni una coma” -como diría un clásico- a lo enviado por la Cámara de Diputados. Y es que, qué flojera para el oficialismo hacerlo porque, además, tenía pensadas las acostumbradas “chicanas” para poder legislar “fast-track”. Por ejemplo, los de Morena, usando su mayoría, aprobaron omitir la obligación de que se hubiera publicado dicha ley 24 horas antes de su aprobación.







