
Ya se consignaba en este espacio en anterior entrega que el flamante coordinador del partido Morena en el Senado de la República, Adán Augusto López Hernández, tenía que ir de rodillas a la Basílica de Guadalupe -como él mismo se lo sugirió a la oposición-, porque el tema del huachicol fiscal en la Secretaría de Marina, que involucra directamente al extitular de la misma, Rafael Ojeda Durán, y a sus queridos sobrinos, lo había sacado de los reflectores para dejarlo en un lugar secundario.
Sin embargo, la captura de quien fuera su secretario de Seguridad en Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, le vino a cambiar drásticamente el panorama al exsecretario de Gobernación, quien tendrá de nueva cuenta que ocultarse en las sombras para evitar la luz de un escándalo que ya se reactivó muy a su pesar, con todo y que tiene a todos los funcionarios y legisladores morenistas a su favor.
Mucho se comenta que esta captura es parte de un plan perfectamente bien montado por esta errada y llamada Cuarta Transformación, ahora en su segundo piso, por lo que se revive la versión de que la presidenta Claudia Sheinbaum, simplemente, estaría tomando venganza de uno de los que aparecieron en la foto que se tomaron en la plancha del Zócalo capitalino, entre otros, el propio senador Adán Augusto López; el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal y el coordinador de los senadores del PVEM en el Senado, Manuel Velasco. ¿Será?
No obstante, este es un asunto que tiene mucho más fondo, por lo que el desquite de Sheinbaum -muy al estilo de su mentor- es una cuestión menor.
Por lo pronto, quien era conocido en el bajo mundo como “el Abuelo” o el “Comandante H”, “se amarró el dedo” y rechazó someterse a una extradición simplificada que le hubiera permitido a la cúpula morenista tenerlo pronto de regreso en nuestro país, por lo que Bermúdez Requena se queda detenido en Paraguay.
Indudablemente, quien fuera uno de los hombres más cercanos de López Hernández, tiene mucho que “cantar” y aquí el tabasqueño está que se muerde las uñas y se truena los dedos para que el trámite de extradición de su exsecretario de Seguridad sea lo más tardado posible y en una de esas, el gobierno paraguayo lo trabe.
Otra razón más para que el senador morenista vaya de rodillas a La Villa y ojalá no se las raspe mucho.
LA ENDEBLE DEFENSA
Porque el coordinador del partido guinda en la Cámara alta tiene motivos para pedir un milagro a la Virgen del Tepeyac, ya que la defensa que intenta hacer de sí mismo es más bien endeble.
Lo anterior, porque el PAN aprovechó la ocasión y vía el senador Ricardo Anaya, hizo un llamado a las autoridades mexicanas para que realicen una investigación a fondo, imparcial y sin encubrir a nadie.
Incluso, el senador Ricardo Anaya publicó una carta con el posicionamiento de los albicelestes para insistir en que se necesita conocer la “verdad completa” sobre este escándalo que involucra al presunto líder de “La Barredora”.
Menudas Fiestas Patrias se pasará Adán Augusto López; ahora, falta saber si lo invitaron a Palacio Nacional a la ceremonia de El Grito, con eso de que no goza de la simpatía de la presidenta Sheinbaum. En fin.
Y debido precisamente a esa ansiedad y preocupación, el líder (muy vapuleado, otra vez) de los senadores morenistas comete por lo menos un grave error: redactó, él o su equipo, una carta que quiere ser comunicado, muy parecida a la que en su momento publicó Andy López defendiendo sus merecidas vacaciones en Japón que, como diría Gerardo Fernández Noroña, es malísima.
López Hernandez intentó echar mano del pasado, desde luego, saltándose muy convenientemente a su “hermano” Andrés Manuel López Obrador y aferrándose a ese extraño concepto que tienen los de partido Morena sobre el pueblo. Pide que aquellos que “hoy piden investigaciones, deberían de responderle al pueblo”.
El exsecretario de Gobernación recuerda a uno de los dolores de cabeza de la presidenta, el expresidente Felipe Calderón, y le echa en cara a Ricardo Anaya que se hubiera autoexiliado en Estados Unidos luego de perder las elecciones de 2018.
“Resulta cínico que quienes no tuvieron la capacidad ni la voluntad de investigar los crímenes más oscuros de los gobiernos del PAN hoy pretendan erigirse como fiscales. Ellos callaron porque fueron parte de un sistema podrido de complicidades y corrupción que sumió a México en la violencia y en la impunidad”. Aquí habría que preguntarle al senador López Hernández: ¿qué opina de la pudrición -como diría un clásico- guinda?