Cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aceptó reactivar las mesas de diálogo con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) después de 4 años en suspenso, el pasado 1º de abril, en los más de 40 minutos que se tomó el Presidente, además de hablar de las “bondades” de su gobierno, le dijo a la Comisión Única de Negociación (CNUN) que un paro nacional en esta coyuntura electoral, le haría el juego a la derecha.
No era la primera vez que AMLO lanza esta acusación a los maestros democráticos. El 26 de noviembre del año pasado, cuando los maestros de la montaña de Guerrero se movilizaron e impidieron su llegada a la inauguración del CRIT de Tlapa de Comonfort, a través de sus redes sociales les dijo que eran provocadores y que estaban con ellos “todos los medios de manipulación, incluido el inmundo Pasquín de Reforma”. Además escribió: “Ya llevo mucho tiempo evadiendo el acoso de extremistas y oligarcas”.
Dos años antes, el 27 de agosto del 2021, se movilizaron los integrantes de la Sección 7 de Chiapas afuera de la Séptima Región Militar, donde estaba previsto la mañanera de ese día. Al ver impedido el acceso el Presidente dijo: “aquí me quedo, no acepto chantajes… Yo no puedo someterme a ningún grupo de interés creado”.
El presidente reclamó y Segob vinculó
Ahora que se restableció el diálogo, el Presidente reclamó duramente estos dos hechos, además de acusar de que en Michoacán al magisterio lo controla Silvano Aureoles.
A estos señalamientos, se suma que María Luisa Alcalde Luján titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), publicó en sus redes sociales el domingo 19 de mayo: “en el Zócalo convivieron la CNTE y la llamada Marea Rosa con muy pocos incidentes y se logró izar la bandera”. Así pretende la secretaria de gobernación vincular el plantón magisterial con la derecha que marchó ese día.
La derecha confrontó a la CNTE
El día en que la llamada “Marea Rosa” dio su apoyo a la candidata de la derecha Xóchitl Gálvez, se acusó por su parte, que la CNTE se encontraba en el Zócalo por orden presidencial para boicotear el evento.
Desde temprana hora que empezaron a llegar los participantes de este acto, al grito de “déjenos entrar” desde el templete instalado frente a la catedral, una y otra vez se acusó al gobierno federal y al de la Ciudad de México, de obstaculizar el ingreso, con clara alusión al plantón de la CNTE.
De manera sincronizada, encabezados por grupos porriles, los simpatizantes de la derecha fascista rompieron las cadenas humanas establecidas por los maestros y a golpe y porrazo entraron violentamente al zócalo por la calle 20 de noviembre.
Minutos antes, elementos del Ejército cobijados por un grupo de la Marea Rosa, rompieron violentamente la valla en medio de la plaza de la constitución para izar la bandera nacional que AMLO le había prometido a la oposición derechista.
Entre 6 y 8 maestros lesionados, varios de ellos remitidos al hospital de ISSSTE para atención médica, como saldo de esta agresión que la secretaria de gobernación le llamó convivencia y el propio presidente señaló que no fueron los maestros sino unos provocadores, los que se opusieron al izamiento de la bandera.
Expectativa ante el cierre de campaña de Sheinbaum
Falta ver el próximo miércoles, hasta donde llegarán las agresiones de los allegados de Claudia Sheinbaum, que de noche y utilizando los recursos de la Presidencia de la República, instaló 5 días antes, su templete, detrás de las vallas, casi encima del Palacio Nacional y de las carpas del plantón magisterial y que abiertamente convoca a desplazar a los plantonistas.
Tanto las acusaciones de Palacio Nacional, como las de la oposición de derecha, han quedado fuera de lugar; lo que es verdad y nadie del grupo gobernante está dispuesto a reconocer, es que la CNTE salió a las calles, representando dignamente los intereses inmediatos e históricos de los trabajadores de la educación del país.
El regreso de la CNTE a las calles marca el fin del periodo negro de la desmovilización
La clase obrera y los propios maestros de la CNTE, deben reconocer que el Paro Nacional Magisterial, por el sólo hecho de estallar el pasado 15 de mayo y movilizar miles de maestros principalmente de Ciudad de México, Michoacán, Guerrero, pero sobre todo en Chiapas y Oaxaca, es un gran resplandor que marca el fin del negro periodo de desmovilización y desarticulación de la lucha de los trabajadores y los pueblos de México.
Independientemente de los logros respecto al Pliego Petitorio, el efecto al interior de la CNTE de este Paro será muy importante, el magisterio se va a sacudir de las costras organizativas, políticas e ideológicas que desunieron y desmovilizaron sus fuerzas durante los últimos años.
Esto va a desenmascarar todas las facetas del oportunismo colocando cada cual en su lugar; a las nuevas generaciones les impregnará de conciencia de clases y con ello la revitalización general de la CNTE como un instrumento para la lucha del conjunto de las clases oprimidas del país.
El paro magisterial reanimará las fuerzas del conjunto de los trabajadores, le dará más confianza en la movilización, la huelga y el paro como instrumentos vitales de lucha, lo que permitirá avanzar en el proceso de reactivación del movimiento de masas , hacia un nuevo periodo de ascenso.
Corresponde a todas las organizaciones y sindicatos democráticos e independientes, y a la propia CNTE aterrizar esta importante contribución de la lucha magisterial para que alumbre mejor los senderos del conjunto de nuestra lucha de clases.