Ciudad de México, 20 may. (AMEXI).- Por si no fueran suficientes las tensiones entre las potencias mundiales y sus aliados para mantener en vilo a la humanidad entera, el fin de semana se conoció la muerte de Ebrahim Raisi, Presidente de la República Islámica de Irán.
Irán es la principal potencia en el Medio Oriente que desde el 13 de abril entró en una escalada bélica con Israel, el peón norteamericano, con el intercambio de ataques militares.
Hasta ahora, lo que se sabe, es que fue un accidente. El helicóptero Bell 212, de fabricación norteamericana, en el que viajaba el Presidente y altos funcionarios del gobierno iraní, incluyendo el Vicepresidente, regresaba de un evento cerca de la frontera con Azerbayán en el noroeste del país, cayó al atravesar una densa niebla en la región. Varias horas después, las fuentes oficiales confirmaron que los nueve pasajeros fallecieron.
La muerte de Raisi tras atentado del primer ministro de Eslovaquia
La muerte de Raisi, se da apenas cuatro días después del atentado contra el Primer Ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ambos aliados del bloque chino-ruso; estos sucesos complican las intensas negociaciones e intercambio de visitas que se dan entre las potencias mundiales por apaciguar las tensiones entre sí.
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El 13 de abril, Olaf Scholz, el canciller alemán viajó a China, para hablar sobre intercambios económicas que hay con el gigante asiático, que se complicaron por la guerra en Ucrania. Pero también, para generar condiciones de diálogo para su aliado norteamericano, lo que se concretó con la visita de Antony Blinken, el Secretario de Estado de Biden, que estuvo a partir del 24 de abril en Shangai y Pekin, buscando suavizar temas como la guerra en Ucrania.
Días después, el domingo 5 de mayo, el presidente de China, Xi Jinping, visitó Francia con doble objetivo: neutralizar a los aliados de Estados Unidos y fortalecer el comercio internacional con los países de la Unión Europea, en medio de un riesgo latente de crisis económica en esta región.
Después visitó Serbia y Hungría, para reafirmar que son países bajo dominio del social imperialismo chino. El remate diplomático fue la visita del presidente ruso, Vladimir Putín a China, para consolidar ese eje imperialista, que en realidad es el bloque que más avanzó en los últimos años, mientras que el imperialismo norteamerciano y europeo, siguen en decadencia.
Los bloques imperialistas en disputa trabajan juntos
Los imperialistas de ambos bandos, saben que el capital financiero que domina el planeta cada vez está más integrada e interconectada, de tal manera que mientras se disputan la hegemonía mundial, tienen que compartir su existencia como hermanos siameses, aunque tengan intereses económicos y políticos distintos, ambos bloques forman un sistema capitalista imperialista único.
Esta es la razón por la que, al mismo tiempo que las potencias económicas de los dos bandos buscan ampliar sus mercados y sus zonas de influencia, en momentos delicados como ahora, tratan de aplazar el estallido de un conflicto bélico de carácter mundial.
De ahí que hechos como la muerte del presidente iraní, tensan el escenario mundial, ya que la oligarquía gobernante en Irán, aliada de los chinos, tiene que llamar a elecciones en un plazo de 50 días, y eso lo distrae frente al conflicto abierto en el medio oriente desde abril pasado. Esto bien puede ser aprovechado por los norteamericanos, para azuzar a su títere Israel y escalar el conflicto con Irán.
¿De dónde vendrá la solución?
La moneda está en el aire, pero la solución no vendrá de ninguna de las potencias mundiales; será la lucha de los trabajadores y los pueblos de todo el mundo, la que podrá evitar que escale un conflicto armado, en el medio oriente y que amenace con convertirse en una guerra mundial, porque el riesgo sigue latente.
Ahora, parar el genocidio contra el pueblo palestino, sería una gran victoria, que parece cerca, pero la amenaza de guerra no desaparecerá, mientras el capital financiero domine el planeta, mientras los proletarios de todo el mundo no asciendan a clase dominante y liberen a toda la sociedad del yugo del capital.
Así se ven los senderos de nuestra lucha de clases en el mundo.