Cada año, el Día de Muertos, celebrado el 1 y 2 de noviembre, convoca a millones de mexicanos a preparar ofrendas para recordar a sus seres queridos. Los altares combinan elementos tradicionales como flores de cempasúchil, velas, papel picado y fotografías, con objetos personales de quienes ya partieron, creando un espacio que mezcla memoria, devoción y creatividad.
Es así como las ofrendas destacan por su riqueza visual y sensorial; los colores brillantes del papel picado y las flores se complementan con aromas del copal, incienso y comida. El pan de muerto, calaveritas de azúcar, frutas y platillos favoritos de los difuntos son parte esencial de la tradición.
Sin embargo, las ofrendas no solo recuerdan a quienes fallecieron, también reflejan la riqueza cultural regional, ya que cada estado y familia imprime su sello particular en la decoración y selección de objetos.
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Una tradición que trasciende generaciones
El Día de Muertos tiene raíces prehispánicas y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lo reconoció como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2008.
Esta festividad muestra la singular manera de los mexicanos de relacionarse con la muerte, al combinar respeto, nostalgia y celebración.
En ese sentido, en las escuelas, comunidades y hogares, las ofrendas se convierten en herramientas de educación y transmisión cultural, que enseña a los más jóvenes la importancia de recordar y honrar a sus ancestros.
En muchas ciudades, los altares se exhiben en museos y plazas públicas para que locales y turistas conozcan la diversidad de estilos y símbolos.
Más allá de ser una tradición, las ofrendas son un acto de resiliencia y creatividad, un puente entre generaciones y un recordatorio de que, en México, la muerte se celebra con vida, color y memoria.
📅 Fechas clave para instalar la ofrenda
Fecha |
A quién se dedica la ofrenda |
Motivo y características |
27 de octubre |
Mascotas y animales |
Se les brinda comida, agua y en algunos casos juguetes o collares |
28 de octubre |
Personas que murieron de forma violenta o repentina |
Se usan velas fuertes o llamativas para guiarlas |
29 de octubre |
Almas olvidadas o solitarias |
Pan, agua, sal, flores blancas para recordar |
30-31 de octubre |
Niños y niñas no bautizados |
Se colocan juguetes, dulces, alimentos ligeros y velas blancas |
1 de noviembre – Día de Todos los Santos |
Niños fallecidos (angelitos) |
Comidas ligeras, frutas, dulces, agua fresca |
2 de noviembre – Día de los Fieles Difuntos |
Adultos fallecidos |
Platillos favoritos, bebidas, fotos, recuerdos |
Por otro lado, la ofrenda generalmente se retira por la noche del día 2, aunque en algunas comunidades lo hacen hasta el 3 o 4 de noviembre como muestra de respeto.