La fibrosis, los nódulos y los granulomas subcutáneos se están convirtiendo en diagnósticos cada vez más frecuentes en consultas estéticas. Y lo más preocupante es que, en muchos casos, no deberían haber ocurrido, advirtió el Dr. Eduardo Cardona.
“En el espejo todo parecía ir bien… hasta que apareció un bulto, una dureza o una inflamación inexplicable, semanas después del tratamiento. Lo que muchos consideran un efecto pasajero, a menudo es el primer signo de una complicación evitable”, relató el experto sobre casos vistos en su carrera.
Y es que los tratamientos con rellenos dérmicos y bioestimuladores han transformado la medicina estética moderna, pero su creciente popularidad ha traído consigo un aumento paralelo de efectos adversos, en particular cuando se aplican sin la formación, criterio clínico o seguimiento adecuado.
¿Qué son y por qué aparecen?
El protagonista de “Diario de Belleza Podcast”, presentado junto a Doreen Gutiérrez, así lo explica:
Fibrosis: es una respuesta exagerada del cuerpo a una agresión repetida o inflamación crónica. En estética, aparece cuando el tejido conectivo se endurece y engrosa, perdiendo elasticidad. Puede surgir tras múltiples sesiones mal espaciadas, técnicas traumáticas o por el uso de productos bioestimuladores como hilos tensores (PLA), ácido poli-L-láctico (PLLA), láser fraccionado o radiofrecuencia ablativa.
Nódulos: son acumulaciones firmes bajo la piel que pueden ser visibles o palpables. Suelen deberse a colocación incorrecta del producto, uso excesivo o frecuente de bioestimuladores, técnica inadecuada o sensibilidad individual del paciente.
Granulomas: son respuestas inflamatorias más complejas, resultado de una reacción a cuerpo extraño. Pueden ser dolorosos, estar enrojecidos y aparecer meses después del tratamiento inicial.
¿Por qué están aumentando estos casos?
De acuerdo con el creador de The Cardona Method, esto se debe a una formación profesional “exprés” sin fundamentos sólidos, técnicas virales en redes sociales sin respaldo científico, aplicación de productos fuera de indicación o en zonas no aprobadas, falta de seguimiento adecuado al paciente o subestimación del riesgo por parte de algunos profesionales.
Para tratar algunas de estas complicaciones, el profesor de Medicina Estética recomienda un abordaje individualizado con medicamentos e incluso cirugía o aspiración, como último recurso ante lesiones encapsuladas o persistentes.
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“En medicina estética, el verdadero éxito no está en aplicar más producto, sino en saber cuándo, cómo, dónde y por qué usarlo. Las complicaciones como la fibrosis, los nódulos y los granulomas no son inevitables. Son, en muchos casos, consecuencias prevenibles de una mala técnica, excesos o una indicación poco adecuada”, insistió el Dr. Eduardo Cardona.