El histórico barrio de Getsemaní, en Cartagena, acaba de ser declarado en 2025 por el gobierno colombiano como “Patrimonio cultural inmaterial de la nación”.
Esta distinción se suma al reconocimiento que ya posee la ciudad colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, consolidando así la riqueza cultural de la región.
Lee: Cartagena reúne a más de 150 expertos en el III Congreso Iberoamericano contra el Burnout
Un barrio de resistencia y memoria
De acuerdo con Colombia Belleza Pura, Getsemaní se construyó desde la época colonial, fuera de la “ciudad amurallada” de Cartagena, para albergar a trabajadores portuarios, artesanos y libertos.
Estos sectores sociales fueron esenciales siglos después en la lucha por la independencia. Por lo tanto, el barrio no solo tiene un valor arquitectónico y estético, sino también histórico y simbólico.
Durante la era republicana, Getsemaní se consolidó como un barrio tradicional, con una comunidad diversa pero cohesionada que continuó aportando su cultura a la ciudad histórica.
Sin embargo, desde mediados del siglo XX comenzó a enfrentar cambios urbanos significativos, que lo llevaron a un proceso de deterioro y marginalidad, y posteriormente a una transformación marcada por el interés turístico.
Gentrificación y transformación urbana
A finales del siglo XX, la comunidad de este lugar comenzó a experimentar la gentrificación, un fenómeno que provocó la expulsión de habitantes tradicionales debido al encarecimiento de la vida.
Como resultado, muchas familias vendieron sus casas, las cuales se transformaron en hoteles, bares y restaurantes orientados al turismo.
Sin embargo, a pesar de esta presión económica, la comunidad busca preservar su identidad, por lo que los habitantes trabajan para mantener la memoria histórica, la cohesión social y la cultura del barrio, al tiempo que se adaptan a los nuevos usos de sus viviendas y actividades económicas vinculadas al turismo.
Cultura, memoria y adaptación
Actualmente, Getsemaní combina tradición y modernidad:
- Recuperación de edificaciones históricas para proteger el patrimonio arquitectónico.
- Arte urbano y expresión cultural, que reflejan la identidad del barrio.
- Retorno y repoblamiento, incentivando que familias tradicionales permanezcan en el barrio.
- Adaptación al turismo, integrando nuevas actividades económicas sin perder la esencia comunitaria.
Getsemaní se mantiene como un ejemplo de resistencia cultural y memoria viva, demostrando que es posible armonizar la vida tradicional con la modernidad y el turismo.
Getsemaní: Patrimonio cultural de Colombia
El reconocimiento como Patrimonio cultural inmaterial de Colombia consolida a Getsemaní como un espacio donde la historia, la memoria y la cultura popular se encuentran con la contemporaneidad. Su comunidad continúa siendo el corazón del barrio, protegiendo su patrimonio y transmitiendo sus valores a las nuevas generaciones.
Getsemaní es, sin lugar a dudas, una expresión viva de la belleza y la diversidad cultural de Colombia.







