Por Griselda Hernández.
El Año Nuevo está a la vuelta de la esquina, y antes de su llegada, muchas personas realizan una serie de rituales para atraer buena suerte, amor y fortuna. En este contexto, los colores juegan un papel fundamental, ya que cada uno de ellos está asociado con un deseo específico y se cree que ayudan a manifestar lo que se desea, poniendo toda la fe en su poder simbólico.
Uno de los rituales más populares consiste en usar ropa interior de un color específico, con la esperanza de atraer bienestar y abundancia para el año que está por comenzar.
El origen de usar colores en la ropa Interior para atraer prosperidad
Esta tradición se remonta a la Edad Media, cuando el color rojo era símbolo de exclusividad, reservado para la realeza y vinculado tanto al coraje como a creencias negativas asociadas al mal. Sin embargo, en algunos pueblos europeos, donde los inviernos eran particularmente duros y los alimentos escaseaban, las personas comenzaron a usar discretamente detalles rojos bajo su ropa con la esperanza de atraer prosperidad y abundancia.
Descubre los colores ideales de ropa interior para atraer buena suerte en Año Nuevo
- Rojo: Simboliza pasión, erotismo, amor, energía y vitalidad para el nuevo año.
- Dorado o Plateado: Representa riqueza, éxito y felicidad.
- Blanco: Asociado con buena suerte, paz y armonía.
- Amarillo: Atrae prosperidad económica y abundancia.
- Negro: Relacionado con sensualidad, poder y misterio.
- Verde: Evoca salud, esperanza y conexión con la naturaleza.
- Azul: Protege contra envidias y brinda seguridad y tranquilidad.
- Naranja: Refleja creatividad y optimismo.
- Violeta: Ayuda a conectar con la espiritualidad, desarrollar la intuición y abrir nuevos caminos.
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Los hombres también se animan a visitar la tienda, especialmente cuando buscan un regalo especial para sus parejas. Aunque la mayoría de las clientas suelen ser mujeres, quienes eligen prendas según sus preferencias, los hombres también aprovechan para encontrar la ropa interior perfecta para sorprender a sus novias o esposas, demostrando que ambos géneros participan en esta tradición.







