A simple vista, la salsa macha y el chili oil asiático parecen primos lejanos: chiles secos, aceite caliente y ese aroma capaz de hacerte salivar antes de probarlos. Pero en cuanto los llevas a la boca, se nota: están en universos distintos.
Origen y alma
La salsa macha nació en Veracruz, México, con raíces indígenas. El chili oil es un clásico de China, pero también tiene versiones propias en Corea y Japón. ¿Qué llevan?
Salsa macha: chiles secos mexicanos (árbol, guajillo, morita), ajo, semillas (ajonjolí, pepita), frutos secos (cacahuates, nueces) y, a veces, vinagre y sal.
Chili oil: chiles asiáticos, ajo, jengibre, anís estrellado o canela china, y en ocasiones salsa de soya o MSG.
Textura y uso
Macha: más espesa, con cuerpo, crujiente y tostada. Perfecta para tacos, huevos, quesadillas, pescados, ¡hasta frutas o helado!
Chili oil: más líquido, aromático y con un picor más directo pero menos profundo. Brilla con dumplings, noodles o arroz.
¿Y el sabor? La macha es intensa, profunda y tostada. Tiene ese toque ahumado y terroso de los chiles secos fritos, el ajo dorado casi caramelizado y las semillas que le aportan textura adictiva. Es picante, sí, pero también dulce, ligeramente amarga y con un fondo de nuez tostada. Compleja, en una palabra.
El chili oil es más aromático y floral, con un picante directo pero menos envolvente. Sus notas especiadas —anís, canela, jengibre— lo hacen fragante, pero menos denso y mucho menos “de comer a cucharadas” que la macha.
El alma de la diferencia
La salsa macha no busca solo picar: busca enamorar con textura, profundidad y ese carácter que recuerda al comal, corazón de México.
Tip para ti:
Me encanta suavizar la macha con un toque de miel de agave; así armoniza mejor con el resto de los ingredientes, sobre todo si la cena viene acompañada de una copa de vino. Recuerda: el picante potencia la percepción del alcohol y puede arruinar tu copa, pero un vino con un toque dulce, hace que disminuya la percepción del alcohol, creando un maridaje equilibrado y armonioso.
Prueba mi receta de Tacos de Camarón envueltos en Jamón ConsorcioSerrano con un toque de salsa macha con agave para que te acuerdes de mí.
Tacos de camarón con jamón serrano, aguacate y miel macha
Ingredientes (para 3 tacos):
3 tortillas de harina pequeñas
9 camarones blancos frescos, pelados y desvenados
9 lonchas finas de Jamón ConsorcioSerrano
Brotes de brócoli al gusto
2 cdtas de aceite de oliva extra virgen
Sal y pimienta al gusto
Para la salsa de aguacate y cilantro:
1 aguacate hass maduro
2 cucharadas de yogur griego, sin sabor
1/4 taza de cilantro fresco
1 cucharada de jugo de limón o lima
Diente de ajo pequeño
1 cdta de aceite de oliva
Sal al gusto
Para la miel macha:
1 cucharada de salsa macha (o al gusto, según picante)
2 cucharada de miel de agave
Procedimiento:
Para la salsa de aguacate, licúa aguacate, yogur, cilantro, ajo, jugo de limón y sal hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Refrigera. Para la miel macha, combina la miel con la salsa macha hasta integrar. Ajusta el picante para no afectar el maridaje y reserva. Envuelve cada camarón con una loncha de jamón y dóralos en una sartén con un poco de aceite de oliva, 2–3 minutos por lado, hasta que el jamón esté crujiente. Para armar los tacos, calienta las tortillas, unta la salsa de aguacate, coloca tres camarones, añade un chorrito de miel macha y termina con brotes o microgreens. Sirve y saborea.
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* Doreen Colondres es autora, chef, instructora de vinos, creadora de lacocinanomuerde.com y fundadora de vitishouse.com. Síguela en @doreencolondres







