Las empresas avícolas PATSA y BACHOCO, así como agroindustrias de inversionistas chinos establecidas en el Valle de Tehuacán, Puebla, son responsables de sobrevuelos que fumigan con yoduro de plata, lo que provoca sequía de hasta 12 años.
Estos sobrevuelos de avionetas durante la temporada primavera-verano, también conocidos como vuelos antilluvias o antigranizos, se vienen denunciando desde hace más de siete años, por los campesinos de la Sierra Negra de Puebla.
La extrema sequía en esta región, producto de la disminución del ciclo pluvial, ha reducido hasta un 50% la carga de los mantos acuíferos, lo que repercute en la carencia del agua, denunciaron integrantes del Movimiento de Autogestión Social, Campesino, Indígena y Popular (MASIP).
Gobiernos de Puebla y federal hacen caso omiso del problema
El MASIP, también integrante de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala-Movimiento Nacional (CNPA-MN), viene luchando desde hace más de siete años, demandando a los gobiernos de Puebla y al gobierno federal para que intervengan y detengan esta práctica de los empresarios de la región.
En entrevista con AMEXI, José Luis Leyva Machuca, coordinador del MASIP en la Sierra Negra de Puebla, denunció que la organización ha sostenido más de 50 reuniones con dependencias estatales y federales, sin embargo, ambos niveles de gobierno protegen los intereses de los empresarios de PATSA, BACHOCO y los agroindustriales chinos de la región.
En el caso de las dependencias federales, se realizaron reuniones con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), sin que hasta el momento encuentren una respuesta.
Se logró aprobar una ley antigranizo, pero no se aplica a Bachoco, PATSA y los agroindustriales chinos
Durante estos siete años de lucha contra las prácticas antilluvias de Bachoco, PATSA y los agroindustriales chinos, se logró aprobar la Ley de Desarrollo Rural Sustentable para el Estado de Puebla, también conocida como ley antigranizo.
En esta ley se establece el “principio de precautividad”, que se menciona en el artículo 12, indicando que cuando los ciudadanos o campesinos tienen dudas sobre la presencia de avionetas o el uso de tecnología que inhibe las nubes, el gobierno tiene la facultad de cancelar esos vuelos; sin embargo, “no se aplica”, señaló Leyva Machuca.
En el caso de los agroindustriales chinos instalados en la región de Tehuacán, el MASIP denuncia que perforaron de manera ilegal pozos profundos para extraer agua para la irrigación de sus invernaderos, todo bajo la protección o complicidad con el gobierno.