La oficina regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) resaltó que a pesar de que este año hubo una recuperación del mercado laboral en América Latina, ésta es insuficiente y mantiene profundas brechas de género y a los jóvenes en los más altos índices de desempleo.
Al presentar el Panorama Laboral 2025 de América Latina y el Caribe, la OIT destaca esta recuperación del empleo, que registró una de las tasas de desocupación más baja en los últimos 15 años, mantiene índices de informalidad muy altos.
Ana Virginia Moreira Gomes, directora de la oficina regional de la OIT, dijo que las cifras positivas que refleja el informe no deben ocultar la gran desigualdad que todavía persiste en América Latina; “son avances insuficientes” dijo.
Una de dos personas en la región trabaja en la informalidad
En el desglose del informe, Gerson Martínez, especialista en economía laboral de la oficina regional de la OIT, dijo que prácticamente una de cada dos personas en la región trabaja en la informalidad.
“La informalidad laboral, aunque con una ligera reducción con respecto al año anterior, sigue siendo uno de los rasgos más destacados y más persistentes del mercado de trabajo regional”, señaló.
Para la OIT, la reducción de la informalidad -que tiene una tasa de 47%- es uno de los retos centrales “para el desarrollo laboral”, además de modificar esta “característica estructural de nuestros mercados laborales».
Lenta la disminución de la brecha de género
El especialista en economía laboral de la OIT explicó que en el panorama laboral según el género se mantienen las brechas estructurales, aunque se ha observado un desempeño “progresivamente positivo”.
La brecha en la tasa de participación de las mujeres respecto a los hombres, en el mercado laboral latinoamericano es de más de 20%, además de que este sector presenta una tasa de ocupación de 22%, respecto a los hombres, y una tasa de desocupación de más de 2%.
“Esto plantea retos significativos para continuar impulsando este avance positivo que han tenido las mujeres en el mercado de trabajo, pero acelerando el paso en el que se han venido dando estos avances”, acotó.
Tres veces más en la tasa de desocupación
Mientras que la tasa promedio general de desempleo se ubicó en 2025 en 6%, el panorama para los jóvenes de entre 15 y 24 años fue desastroso, pues presentaron una tasa de ocupación 22 puntos porcentuales inferior a los adultos.
“La desocupación juvenil marca cerca de 3 veces la tasa de desocupación de los adultos en el promedio regional”, señaló la OIT.
Otro aspecto de la brecha juvenil es la calidad del empleo, dado que los jóvenes tienen 13% más de trabajos informales respecto al resto de los trabajadores.
Las mujeres jóvenes, en la tasa más alta de ninis
Respecto a los jóvenes que no estudian ni trabajan, este año representaron 1/5 del total de la población juvenil, aunque se redujo en 1% en los últimos 12 años, pero “son niveles todavía muy altos como para garantizar una transición adecuada de la escuela al trabajo”, dijo Gerson Martínez.
Del 2012 a la fecha, ha crecido en 4% la población de jóvenes de entre 15 y 25 años, pasando de 35% a 39%.
“La proporción de mujeres que no están estudiando ni trabajando remuneradamente en este último año alcanza el 24%, versus el 13% en el caso de los hombres jóvenes”, dijo la OIT.
Evolución de los salarios mínimos, desempeño positivo en AL
El salario mínimo, como indicador importante para observar la calidad del empleo, registra un desempeño positivo en América Latina, ya que su capacidad adquisitiva en 11 de 17 países analizados se mantiene e incluso aumentó en algunos.
“El caso de México, que antes de la pandemia impulsó una política activa de revalorización del salario mínimo, ha permitido mantener su poder de compra en los últimos años”, señaló Gerson Martínez.
Respecto a los salarios medios por hora, la OIT reportó que este año tuvo una variación positiva en la mayoría de los países de la región.
Perspectivas del mercado laboral para 2026
De acuerdo con la organización, si no existen cambios sustantivos en el panorama económico mundial y en la región, será posible mantener “la estabilidad de los indicadores laborales para el próximo año” en América Latina y el Caribe.
Sin embargo, Gerson Martínez advirtió que hay un desempeño económico global “altamente incierto y volátil”, por las presiones geopolíticas, los riesgos climáticos, la productividad estancada, el crecimiento de la deuda, entre otros factores.
“Es importante promover un compromiso en la región sobre la protección de los derechos fundamentales de los trabajadores y un diálogo social, como ruta que nos lleve al trabajo decente, parte del desarrollo económico inclusivo y sostenido”, concluyó por su parte Ana Virginia Moreira Gomes.
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