El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) recordó el 65 aniversario de la Nacionalización de la Industria Eléctrica, y reafirmó su compromiso con la defensa de la soberanía energética y la justicia social.
A través de un desplegado titulado “Nacionalización, Resistencia Obrera y Justicia Social”, el SME subrayó que, durante los últimos 25 años, la industria eléctrica fue objeto de una ofensiva neoliberal que buscó su privatización.
“En la defensa de la soberanía energética de México, nuestra organización jugó un papel sobresaliente en la resistencia popular a la privatización de la industria eléctrica”, señaló.
Calderón y Peña, los golpes más duros contra los trabajadores
El sindicato recordó que asumió la defensa de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) “sin ninguna reserva, con determinación, encabezando a finales de los años noventa y principios del siglo XXI al frente popular que echó abajo las reformas privatizadoras de Ernesto Zedillo y Vicente Fox”.
Sin embargo, advirtió que esa postura tuvo un alto costo político: “El 11 de octubre de 2009, Felipe Calderón decretó la extinción de LyFC con el claro propósito de acabar con el SME y así hacer avanzar la privatización del sector”.
Posteriormente, en 2013, Enrique Peña Nieto profundizó los retrocesos al abolir la exclusividad del Estado en el servicio público de electricidad, fragmentar a la CFE y abrir paso a los privados. “De nombre la CFE era pública, pero en los hechos operaba con criterios mercantiles. Los usuarios del servicio sufrieron las consecuencias con el alza de las tarifas eléctricas y la criminalización de su lucha por la tarifa social y el derecho humano a la energía”, apuntó el SME.
Resistencia obrera y esperanza de reinserción
A pesar de los intentos de liquidación, el SME destacó la fuerza de sus bases. “16,599 trabajadoras y trabajadores supieron evitar la disolución forzosa de nuestro proyecto histórico”, aseguró la organización.
El sindicato recordó que ha respaldado en las calles y en el parlamento abierto las iniciativas de reforma constitucional de Andrés Manuel López Obrador y de la actual presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en defensa de la soberanía energética nacional.
Hoy, el SME mantiene viva su bandera de lucha: “Reafirmamos nuestra firme convicción de luchar por la soberanía energética del país, por una transición energética justa y democrática y el derecho humano a la energía”. Además, informó que ya entregaron al gobierno federal una propuesta de reinserción laboral para miles de electricistas que resistieron los embates del neoliberalismo.
Justicia para los electricistas en la 4T
El SME exigió al actual gobierno que reconozca el sacrificio de los trabajadores que han defendido la industria eléctrica. “Esperamos del gobierno de la Cuarta Transformación que, en el reconocimiento a su sacrificio, haga justicia y reinserte a nuestras compañeras y compañeros en la industria eléctrica nacional”, concluyó el sindicato.
Con este pronunciamiento, los electricistas reafirman su papel como uno de los referentes históricos del movimiento obrero mexicano, colocando en la mesa la exigencia de justicia laboral, soberanía energética y dignidad para la clase trabajadora.