Desde discriminación, malos tratos y mala paga han sufrido las boxeadoras mexicanas, pero muchas de ellas, como Mariana “Barby” Juárez, remaron contra corriente para dar la cara por el boxeo femenil.
Este sábado se conmemora el Día Internacional de la Mujer y es inevitable hablar del pugilismo de guantes rosas, pues muchas de sus pugilistas han sufrido discriminación y lo único que buscan es igualdad.
Por más de 50 años el boxeo femenil fue prohibido en México por decreto, pero el 3 de julio de 1999 se realizaron las primeras dos peleas oficiales en la Arena México y en una estuvo Mariana Juárez.
“Le echaba ganas, me daban una golpiza (en los entrenamientos) y ahí estaba al otro día, aguantando, era un sacrificio pero quería aprender el boxeo elegante y técnico y nos menospreciaban”, dijo Barby Juárez.
No había condiciones para quienes querían ser boxeadoras. Víctimas del machismo, a quienes buscaban dedicarse al arte del pancracio las mandaban “a lavar trastes”.
En los gimnasios no había con quién entrenar y en muchas ocasiones tuvieron que hacer sparrings con hombres. No había vestidores para ellas y, cuando por fin pudieron pelear, los sueldos eran de risa.
Ya pasaron más de 25 años desde que el boxeo profesional femenil es oficial en México y, aunque muchas cosas han mejorado, los sueldos no se comparan con lo que ganan los hombres.
“Dolía (la discriminación), pero eso nos enseñó a ser más fuertes y seguras, trabajar más y lograr lo que nos proponíamos”, abundó la Barby Juárez.
Los sueldos, la gran pelea de las boxeadoras
Es indudable que las condiciones laborales de las boxeadoras han mejorado en todos los sentidos, pero los sueldos siguen siendo la principal preocupación.
Son casos contados en México de algunas peleadoras, como la misma Barby, que ganan arriba del promedio, pero no es suficiente por las guerras que ofrecen en el ring.
Todas las boxeadoras entrenan lo mismo que los hombres y, en ocasiones, ofrecen mejores peleas que ellos, pero la paga no es igual.
Las pugilistas pelean habitualmente a 10 rounds de dos minutos, a diferencia de los hombres, que en peleas de título lo hacen a 12 asaltos de tres minutos, pero la entrega es la misma o superior.
“No entiendo cómo un promotor te dice que las mujeres no jalan tanto, por eso no te pagan como a un campeón. No entiendo, que se quiten eso de la cabeza”, aseveró.
Las mujeres ya estelarizan carteleras
El boxeo femenil ha crecido en los últimos años e incluso ya estelarizan carteleras en México y en el mundo.
Respecto al boxeo internacional, pugilistas como la puertorriqueña Amanda Serrano y la irlandesa Katie Taylor lograron lo que ninguna en la historia, ganar millones de dólares.
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Ya realizaron dos peleas muy lucrativas y van por la tercera, pero son casos únicos, pues el resto del boxeo femenil sigue sufriendo de lo mismo.
Y previo a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el boxeo femenil sigue su lucha para ser reconocido como se merece.
«Aún estamos lejos de las grandes bolsas que se pagan en el boxeo, pero avanzamos, queremos avanzar en camino a la igualdad», concluyó.







