Aunque parezca increíble, sí ha habido Papas que terminaron detenidos o retenidos contra su voluntad.
A lo largo de la historia, varios Pontífices han sido arrestados, exiliados o encerrados por razones políticas o religiosas.
Aquí te contamos los casos más importantes.
Pío VII, prisionero de Napoleón
Uno de los casos más conocidos es el del Papa Pío VII, quien fue secuestrado en 1809 por Napoleón Bonaparte.
El Papa se negó a ceder el control de los Estados Pontificios, y el emperador francés respondió mandándolo a Francia.
Estuvo más de cinco años en cautiverio, primero en Savona y luego en Fontainebleau.
Aunque no pisó una celda, no tenía libertad de movimiento ni comunicación. Fue liberado hasta 1814.
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Pío VI, el Papa que murió preso
Antes de Pío VII, el Papa Pío VI también fue arrestado. En 1798, durante la Revolución Francesa, tropas napoleónicas invadieron Roma y lo tomaron como prisionero.
Lo llevaron a Francia, donde murió en 1799, ya anciano y enfermo, aún en condición de detenido. Fue el primer Papa moderno en morir preso.
Benedicto IX: caos, corrupción y destierro
En la Edad Media, el papado vivió momentos caóticos.
El caso más escandaloso es el de Benedicto IX, quien fue Papa tres veces entre 1032 y 1048. Su gobierno fue tan polémico que lo expulsaron varias veces de Roma.
Aunque no fue encarcelado formalmente, fue perseguido, derrocado y exiliado por enemigos políticos y religiosos.
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León VIII: detenido por ser antipapa
Otro caso poco conocido es el de León VIII, designado Papa por el emperador Otón I en el año 963.
Cuando el Papa legítimo volvió a Roma, León fue arrestado y encerrado un tiempo. Luego lo reinstalaron.
Fue parte de la lucha de poder entre la Iglesia y el Imperio.
¿Y en tiempos modernos?
En los últimos siglos, ningún Papa ha sido arrestado. Ni Juan Pablo II, ni Benedicto XVI, ni Francisco han enfrentado cargos penales.
Sí ha habido investigaciones dentro del Vaticano por abusos y corrupción, pero han sido contra obispos, cardenales o empleados, no contra el Papa.
Lo que nos deja la historia
Aunque hoy el Papa tiene protección legal y vive dentro de un Estado soberano (el Vaticano), la historia demuestra que no siempre fue así.
En siglos pasados, los pontífices sufrieron arrestos, presiones políticas y hasta humillaciones públicas.
Así que sí: varios Papas han terminado presos o detenidos. No por delitos comunes, sino por chocar con los grandes poderes de su tiempo.







