En la solemnidad de la Capilla Sixtina, bajo los frescos de Miguel Ángel y el peso de la historia, los cardenales electores iniciarán este 7 de mayo el Cónclave para elegir al nuevo Papa.
Se trata de uno de los procesos más reservados y simbólicos del mundo, envuelto en ritos ancestrales, juramentos y silencios que reflejan la dimensión espiritual de su misión: discernir al sucesor del apóstol Pedro.
¿Quiénes votan y cómo inician?
El Cónclave está compuesto por un máximo de 120 cardenales menores de 80 años, quienes deben reunirse dentro de la Capilla Sixtina tras prestar juramento de secreto absoluto.
Allí permanecerán incomunicados del exterior, sin teléfonos ni contacto alguno con medios o familiares.
Antes de la votación, se celebra una Misa especial “Pro Eligendo Pontifice” y, ya en la Capilla, los cardenales escuchan una breve meditación espiritual para disponerse al discernimiento. Luego, comienza la primera votación.
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El proceso: papeletas, escrutinio y rondas
Cada cardenal escribe en secreto el nombre del candidato de su elección en una papeleta en latín con la frase: “Elijo como Sumo Pontífice…”.
Las papeletas se doblan y se depositan una por una en una urna, mientras cada cardenal dice en voz alta un juramento de conciencia.
Luego, tres cardenales escrutadores —elegidos por sorteo— realizan el conteo:
- Se cuentan las papeletas (deben coincidir con el número de votantes).
- Se leen en voz alta los nombres uno por uno.
- Se registran en un acta oficial.
- Las papeletas se cosen con una aguja e hilo, perforándolas por la palabra “Eligo”. Esto garantiza que ninguna pueda ser separada o reemplazada después del conteo.
Después, las papeletas cosidas se queman en una estufa especial instalada en la Capilla. Dependiendo del resultado, el humo que sale de la chimenea indica al mundo si ha habido o no elección:
- Humo negro (fumata nera): no hay Papa.
- Humo blanco (fumata bianca): un nuevo Pontífice ha sido elegido.
Este color se logra añadiendo productos químicos específicos a la quema de las papeletas. En las elecciones recientes, además, se ha usado un sistema electrónico auxiliar para reforzar la señal visual.
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Cuántas votaciones por día y qué mayoría se requiere
El primer día suele realizarse solo una votación por la tarde. A partir del segundo día, se celebran hasta cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde.
Para que un cardenal sea elegido Papa, debe alcanzar una mayoría de dos tercios de los votos emitidos. Por ejemplo, con 120 electores, se requieren 80 votos.
Si tras varios días no se llega a un consenso, se puede hacer una pausa breve para orar y dialogar.
Si aún así no hay elección, se puede decidir —por mayoría simple— cambiar el método y elegir por mayoría absoluta.
Aceptación y anuncio al mundo
Una vez alcanzado el consenso, el Decano del Colegio Cardenalicio pregunta al elegido si acepta su elección (Acceptasne electionem?).
Si responde afirmativamente y elige un nombre papal, se proclama la elección.
Minutos después, el cardenal protodiácono aparece en el balcón central de la Basílica de San Pedro y pronuncia la célebre frase:
“Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam.”
A partir de entonces, el nuevo Papa se presenta al mundo y bendice a la ciudad y al orbe (Urbi et Orbi), marcando así el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica.