Esta mañana, Kalimba acudió a los juzgados del Reclusorio Oriente para continuar con el proceso que se le sigue por el delito de abuso sexual agravado contra de la cantante Melissa Galindo.
Al cantautor lo vincularon a proceso por ese delito, sin embargo, el juez no le impuso prisión preventiva y le dio unos meses de plazo para la investigación complementaria.
Kalimba llegó a los juzgados para esa audiencia complementaria, en la que entregó las pruebas necesarias al juez para seguir con el juicio, aunque dejó muy en claro que confía en las autoridades y sabe que saldrá bien librado de esta situación.
Kalimba acude al Reclusorio Oriente y reitera su confianza en limpiar su nombre
Por ello, el intérprete de “Tocando fondo” no quiso revelar el tipo de pruebas que presentó a las autoridades “son cosas privadas que verá solo el juez y a partir de ahí utilizará lo que necesite para el caso”.
Compartió que se encuentra bien emocionalmente, a pesar de que fueron dos años difíciles, en los que tuvo tiempo para meditar y reflexionar sobre varias cosas en su vida y revalorar muchas otras.
“Estoy agradecido, sé que sueña raro, pero el estar en una situación como esta te enseña a valorar el cariño de la gente y muchas otras cosas como mi familia, el escenario. Me siento muy agradecido con Dios”, dijo el cantante, al reiterar que está confiado a que todo saldrá a su favor.
Y es que, aseguró que desde el día uno confío en la justicia y “va ser una confirmación de lo que digo, porque va ser una segunda vez que se confirma algo, de quien soy”.
Reconoció que está tranquilo porque durante este tiempo meditó mucho y eso le ha permitido tener las cosas más en orden, sin embargo, eso no quiere decir que el estrés por la situación no lo sienta, pues no era el lugar al que él deseaba acudir.
Sin embargo, las muestras de cariño de su familia, hermanos también le da entereza para estar más sereno y afrontar lo que venga, pues sabe que en la vida hay altas y bajas y a él le han tocado algunos bajones públicos, lo que aseguró lo fortalece y lo ayuda a madurar espiritualmente y valorar lo que tiene.






