A casi una semana de su fallecimiento, el cuerpo de Wilner Metelus, activista haitiano naturalizado mexicano y figura emblemática en la defensa de los derechos de personas afrodescendientes y migrantes, permanece en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Tecámac, Estado de México.
La burocracia, la falta de protocolos claros y la escasa presencia institucional en torno a su caso contrastan con la relevancia de su legado y la notoriedad de su lucha.
La muerte del activista
Metelus, de 58 años, fue encontrado sin vida el pasado 10 de junio en su departamento ubicado en el fraccionamiento Hacienda del Bosque, tercera sección, en el municipio de Tecámac.
Vecinos alertaron a las autoridades luego de percibir un olor fétido que emanaba del interior del domicilio. El cuerpo fue hallado en estado de descomposición, y de acuerdo con el dictamen forense, la causa de muerte fue un infarto agudo al miocardio.
Desde entonces, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) mantiene comunicación con la embajada de Haití, a la que notificó oficialmente el 11 de junio. Sin embargo, el cuerpo de Wilner Metelus continúa sin ser reclamado.
Una funcionaria diplomática acudió a la Fiscalía Regional de Tecámac, pero hasta ahora no se han dado a conocer avances concretos para agilizar la entrega de los restos a sus familiares.
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Denuncian trato indignante
El hecho ha generado indignación en organizaciones de la sociedad civil, que reprochan no solo la demora en el proceso, sino también la indiferencia institucional hacia una figura que dedicó más de dos décadas a visibilizar la discriminación estructural que enfrentan los afrodescendientes en México.
“El trato que recibe el cuerpo de Wilner tras su muerte es un reflejo de las batallas que tuvo que librar en vida”, declaró una integrante del Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI), que ha acompañado denuncias en las que él participó.
“No solo luchó contra el racismo y la xenofobia: también denunció las omisiones del propio Estado en su trato a los migrantes. Hoy vemos, con tristeza, que ni siquiera muerto es tratado con la dignidad que merece”.
¿Quién fue Wilner Metelus?
Originario de Haití, Metelus llegó a México en la década de los noventa tras el golpe militar contra el entonces presidente Jean-Bertrand Aristide. Se formó en la Universidad Autónoma Metropolitana y cursó estudios de posgrado en Chapingo.
Fundó y presidió el Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos, desde donde denunció abusos de las autoridades migratorias mexicanas, la invisibilización de la población afrodescendiente y las prácticas racistas normalizadas en instituciones y medios.
Su activismo se volvió particularmente visible en momentos clave: como cuando alzó la voz contra las condiciones inhumanas en que eran detenidos migrantes haitianos en Tapachula, Chiapas, o tras el violento desalojo de un campamento instalado por migrantes en la plaza Giordano Bruno, en la colonia Juárez de la Ciudad de México, en junio de 2024.
Una de sus últimas acciones públicas ocurrió en diciembre pasado, cuando acudió a Palacio Nacional con la intención de ser recibido por la presidenta Claudia Sheinbaum. “Ella es una mandataria sensible”, declaró entonces, confiado en que se abriría una nueva etapa para las políticas migratorias en el país. Hoy, esa esperanza parece esfumarse ante la ausencia de respuestas concretas.
Testimonios en redes sociales
Vecinos del fraccionamiento donde vivía Metelus también se han pronunciado. A través de redes sociales han expresado su consternación y han compartido testimonios que lo describen como un hombre cordial, comprometido y profundamente preocupado por el bienestar de su comunidad.
Hasta ahora, ni el gobierno federal ni el estatal han emitido un pronunciamiento público reconociendo su labor, más allá del parte informativo de la FGJEM. Tampoco se ha informado si habrá algún homenaje institucional.
En vida, Wilner Metelus denunció las formas sutiles, y no tanto, con que el racismo se manifiesta en México. En su muerte, esas formas parecen persistir, ahora en la forma de omisión, lentitud y silencio.