Sofía Ramírez, directora de México, ¿Cómo Vamos?, advierte que los ingresos públicos no alcanzan y que el país se sostiene en cálculos demasiado optimistas
El Paquete Económico 2026, entregado por la presidenta Claudia Sheinbaum a la Cámara de Diputados, parte de supuestos más realistas que los del año pasado, pero mantiene una fragilidad de fondo: la baja recaudación y la creciente dependencia del endeudamiento.
Así lo advirtió Sofía Ramírez, directora de México, ¿Cómo Vamos?, en entrevista con AMEXI, y quien señaló que el espacio fiscal de México se ha reducido a niveles mínimos.
“Hoy ronda apenas el 1.7% del PIB, cuando en 2018 era de 4.6%. Esto significa que cualquier choque externo o interno deja al país sin margen de maniobra”, explicó.
Recaudación insuficiente
De cada diez pesos que ingresan al presupuesto, siete provienen de impuestos. Más de la mitad se concentra en el IVA, lo que lo hace depender del consumo.
“Si no hay crecimiento económico, no hay manera de recaudar más. Y lo que vemos es un consumo estancado, una mala creación de empleo formal desde 2024 y una inversión que lleva más de un año en contracción”, detalló Ramírez.
El problema, dijo, es estructural: México recauda apenas 14.6% del Producto Interno Bruto (PIB), muy por debajo del promedio regional. Sin una reforma fiscal en puerta, el gobierno apuesta a la digitalización y a ampliar la base de contribuyentes.
Pero, según Ramírez, “no hay acciones concretas para que más personas se registren en el RFC o salgan de la informalidad. Y cuando se logra, sus contribuciones suelen ser mínimas porque sus ingresos son muy bajos”.
La deuda, cada vez más cara
Ante ingresos limitados, el endeudamiento ha crecido. En 2019 representaba 9.2% de los ingresos; para 2026 se estima que alcance 14.4%.
El costo financiero de la deuda equivale ya a 4.1% del PIB, un gasto que compite con áreas estratégicas.
“Si sumas pensiones contributivas y no contributivas más el servicio de la deuda, ya tienes comprometidos 14 puntos del PIB, cuando solo se prevé recaudar 15. Es decir, casi todo el ingreso se va en rubros rígidos”, subrayó.
El balance primario, la diferencia entre ingresos y gastos sin contar el pago de intereses, se mantiene apenas positivo en 0.5%, un margen “demasiado estrecho para un país con tanta incertidumbre”.
Pemex y programas sociales, los grandes ganadores
La directora de México, ¿cómo vamos? reconoció que los grandes ganadores del Paquete 2026 son Pemex y los programas sociales, particularmente las pensiones para adultos mayores.
Pemex recibirá cuantiosos apoyos financieros para reestructurar su deuda. Pero Ramírez cuestionó que se sigan destinando recursos sin resolver problemas de fondo.
“Estamos parchando el hoyo financiero de Pemex, no su modelo de negocio. Su gasto en salud y pensiones es varias veces mayor al promedio nacional y eso lo convierte en un programa social carísimo disfrazado de empresa productiva”, dijo.
En el caso de las pensiones no contributivas, señaló que aunque han logrado reducir la pobreza en adultos mayores, desplazan recursos que podrían destinarse a la primera infancia, salud o educación.
“Es un tema de justicia intergeneracional. Si las niñas y niños crecen en pobreza, el futuro laboral y productivo del país también se compromete”, apuntó.
Supuestos más realistas, pero aún frágiles
Ramírez reconoció un avance en la metodología de la Secretaría de Hacienda, que ahora sí consideró riesgos externos en sus cálculos.
El crecimiento esperado se corrigió a un rango de 1.8% a 2.1%, después de que en 2025 se proyectara hasta 3% y la realidad apenas alcanzó medio punto.
Aun así, especialistas independientes estiman que el PIB crecerá apenas 1.1% o 1.4%.
“Si se sobrestima el crecimiento, se sobrestima la recaudación. Y eso se traduce en deuda más cara y en cálculos demasiado optimistas sobre la capacidad del país para financiarse”, alertó.
Aranceles y riesgos para la inversión
Otro foco rojo, dijo, son los nuevos aranceles a productos provenientes de países sin tratados comerciales con México, como China, Taiwán y Corea del Sur.
Estos países representan casi un tercio de las importaciones mexicanas.
“Se están gravando autopartes, aluminio y plásticos, insumos clave para las industrias automotriz y electrónica, que son sectores de mayor valor agregado y que han generado empleo formal. Al final, podríamos terminar encareciendo bienes intermedios y debilitando la competitividad de las exportaciones”, advirtió.
La inversión privada, añadió, sigue siendo el verdadero motor del crecimiento.
“La inversión pública es apenas 2% del PIB, mientras que la privada representa más del 90%. Sin certidumbre jurídica, sin seguridad y con reglas claras, es difícil que ese motor prenda”, recalcó.
Paquete Fiscal “más honesto”
Para Ramírez, el Paquete Económico 2026 es “más honesto” que el del año anterior, pero no deja de ser frágil.
“Tenemos una foto macroeconómica que parece sana, pero con un espacio fiscal mínimo, más deuda y rigideces en el gasto. Eso nos obliga a seguir endeudándonos, y con la incertidumbre política y económica de la región, el futuro fiscal del país se vuelve aún más incierto”, concluyó.