Uruapan se une por la paz tras el asesinato de Carlos Manzo
Más de 60 mil personas participaron en una marcha por la paz en Uruapan, Michoacán. En las calles resonaron las demandas de paz, justicia y fin a la violencia que se ha recrudecido en la región tras el asesinato del alcalde Carlos Manzo Rodríguez. La movilización, encabezada por su esposa Grecia Quiroz, reunió a ciudadanos, empresarios, trabajadores del sector aguacatero, maestros y colectivos sociales, que se congregaron con velas y pancartas en el centro de la ciudad.
El clamor fue unánime: “Queremos vivir sin miedo”. Las calles resonaron con gritos de “¡Uruapan está de luto, pero no se rinde!”, mientras la procesión avanzaba desde el Monumento a la Bandera hasta la plaza principal.

| Un pueblo que exige vivir
El ambiente era solemne. Familias enteras salieron vestidas de blanco, muchas portando fotografías del alcalde asesinado, a quien reconocían como un servidor cercano a la gente. En las aceras, comerciantes cerraron sus locales y se unieron en silencio al paso de la multitud.
“No pedimos compasión, exigimos seguridad y justicia”, gritó al micrófono una vecina del barrio de San Juan Quemado. Otra mujer, con la voz quebrada, reclamó al Estado su omisión: “¿Cuántos más deben morir para que volteen a vernos?”.
Durante la caminata, los asistentes recordaron que el homicidio de Manzo Rodríguez, ocurrido el 7 de noviembre, fue el último golpe en una cadena de hechos violentos que incluyen extorsiones, desapariciones y asesinatos en municipios del oriente y la Meseta Purépecha.

| Ciudad y sectores productivos, en paro simbólico
El impacto del crimen rebasó el ámbito político. La Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM), la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), la Unión de Gasolineros, y otros organismos empresariales, anunciaron un paro simbólico de actividades en señal de duelo y solidaridad.
La ciudad amaneció con cortinas cerradas, maquinaria detenida y silencio en las gasolineras. En un comunicado conjunto, los empresarios exigieron al gobierno federal y estatal la recuperación de la seguridad pública y garantías para continuar con las actividades productivas.
“Uruapan no puede vivir sitiada ni trabajar con miedo. Necesitamos instituciones que respondan”, expresó un representante de los exportadores.
| Marcha por la paz: el eco del dolor colectivo en Uruapan
En redes sociales, la etiqueta #UruapanPorLaPaz se volvió tendencia regional. Vecinos, periodistas, asociaciones civiles y comunidades indígenas compartieron imágenes de la marcha, mensajes de condolencia y llamados a la unidad.
El luto no fue solo por el alcalde, sino por los cientos de víctimas que, según los manifestantes, han sido olvidadas. “Carlos Manzo es uno más de nosotros. No queremos mártires, queremos vivir”, escribió una joven estudiante en una cartulina sostenida con ambas manos.
Varios participantes recordaron que la violencia se ha normalizado al grado de alterar la vida cotidiana: niños que ya no van a la escuela, negocios que cierran antes del anochecer, familias que se mudan por miedo.

| Autoridades prometen respuesta
La Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán desplegó un operativo preventivo para resguardar la marcha, sin incidentes registrados. El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla expresó en conferencia que el homicidio “no quedará impune” y que se ha reforzado la coordinación con la Fiscalía General del Estado y la Guardia Nacional.
Por su parte, la fiscal Adriana Ruiz informó que la investigación avanza con varias líneas, incluyendo la hipótesis de que el crimen esté relacionado con disputas locales entre grupos delictivos. “Tenemos avances sólidos, pero no adelantaremos conclusiones hasta tener pruebas firmes”, declaró.
Sin embargo, las palabras oficiales no calmaron la desconfianza ciudadana. Muchos asistentes señalaron que los anuncios se repiten tras cada tragedia, pero las agresiones continúan.
| Uruapan marcha por la paz: “Que esto no quede en el olvido”
Frente a la presidencia municipal, Grecia Quiroz, esposa del alcalde asesinado, agradeció el apoyo de la población y pidió mantener la unidad. “Carlos amaba esta tierra. No permitamos que su muerte sea en vano. Que el miedo no nos paralice”, dijo con voz firme.
El acto cerró con una oración colectiva y el sonido de campanas. En el aire quedó flotando la consigna que resume el sentir de miles:
“Por Carlos, por todos, por Uruapan: queremos paz, no promesas.”








