David Monroy. Corresponsal
CUERNAVACA, Mor., 02 may (AMEXI).- El obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo- Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, abandonó la noche de este jueves el hospital particular donde estaba internado desde el pasado lunes, para recuperarse del supuesto secuestro exprés que sufrió, sin declarar ante el Ministerio Púbico.
Es necesario destacar que el prelado estuvo retenido varios minutos por la Fiscalía General del Estado (FGE), cuyo representante intentó hasta el final obligarlo a declarar, pero no lo logró, debido a su estado de salud, el cual no es del todo óptimo, de acuerdo a la opinión de su nuevo abogado.
Por tal motivo, Rangel Mendoza fue trasladado en una ambulancia directamente a su domicilio en el municipio de Jiutepec, acompañado de amigos y algunos familiares, así como por representantes de la Diócesis de Cuernavaca que entraron y salieron abordo de vehículos del nosocomio para no ser incomodados por la prensa.
Luis Alberto Vázquez Cisneros, nuevo representante legal del clérigo calificó como delicado el estado de salud de su cliente, por lo que adelantó que hasta que no se recupere totalmente se iniciarán -si es que las hay- las acciones legales necesarias derivadas del supuesto delito que sufrió.
Comentó que el inicio de esta historia es la salida de Rangel de su casa con una bolsa negra, porque a donde él se dirigía, fue a una tienda de conveniencia y luego de ahí, «se desvaneció», aunque aceptó no tener más detalles.
Indicó que por la situación de salud que atraviesa, el ex obispo no ha sido enterado de todo lo que se ha comentado, dicho y declarado en medios de comunicación ni en redes sociales y así lo mantendrán hasta que se recupere totalmente.
En este contexto, adelantó también que ese mismo tratamiento tendrán las declaraciones que funcionarios públicos realizaron en los últimos días y que pusieron en duda que el líder religioso hubiera sufrido una acción delictiva que terminó con una merma de su dinero y de su salud.
Sobre las declaraciones que la Fiscalía pretendía obtener del obispo Salvador Rangel, el abogado afirmó que se les hizo ver a los agente del Ministerio Público y de la Policía Ministerial que su cliente no tenía obligación de declarar, ya que él era víctima y no presunto responsable y, por lo tanto, se reservó su derecho hacerlo, pero en cuanto esté bien, lo hará ante el Ministerio Público.