Roma, 27 jun. (Amexi).- Más de la mitad de la población en Sudán, unas 25.6 millones de personas, sufren una «inseguridad alimentaria aguda» y 755 mil corren el riesgo de morir de hambre, a causa del conflicto armado que se vive en el país africano desde hace más de un año, alertó hoy el sistema de monitoreo del hambre de las Naciones Unidas (ONU).
La Unidad de Clasificación Integrada de Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés) presentó este jueves un informe sobre la situación en Sudán, ante la guerra que enfrentan el Ejército, dirigido por el general Abdel Fatah al Burhan, con los paramilitares de las llamadas Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), desde abril de 2023.
Después de más de un año de guerra, unas 755 mil personas enfrentan una “catástrofe”, el nivel más severo de la IPC, es decir hambre extrema, lo que podría provocar entre la población casos severos de desnutrición aguda e incluso la muerte por hambre.
Además, otras 8.5 millones de personas, el 18 por ciento de la población de Sudán, afrontan escasez de alimentos, lo que los coloca en situación de «emergencia», es decir el último nivel antes de la hambruna, la cual acecha a varias comunidades.
De acuerdo con el reporte de la IPC, el sistema de monitoreo de hambre de la ONU, con sede en Roma, existe un alto riesgo de hambruna en por lo menos 14 diferentes zonas de las regiones de Darfur, Kordofán, Al Jazira, la capital sudanesa, Jartum, y sus alrededores.
Coincidentemente, las zonas más amenazadas por el hambre también son las más afectadas por el conflicto armado, que ha causado decenas de miles de muertes, el desplazamiento interno de millones más, además de desencadenar una de las peores crisis humanitarias del mundo.
“Catorce meses después del inicio del conflicto, Sudán se enfrenta a los peores niveles de inseguridad alimentaria aguda, jamás registrados por el IPC en el país”, destacó el informe, publicado en su sitio web: https://www.ipcinfo.org/.
El conflicto no sólo ha provocado desplazamientos masivos y la interrupción de las rutas de suministro… sino que también ha limitado gravemente el acceso a la asistencia humanitaria esencial, “exacerbando una situación ya de por sí terrible«, destacó el documento de la IPC,
Además de la grave situación del hambre, reporte denunció un deterioro den los servicios de salud, malas condiciones de saneamiento e higiene, escasez de agua e inseguridad para innumerables familias enteras de sudaneses que quedaron atrapadas en las zonas de guerra o quienes huyeron de los combates, ya sea dentro o fuera de Sudán.
El informe se dio a conocer solo un día después de que trabajadores de diferentes organizaciones humanitarias de las Naciones Unidas presentes en Sudán denunciaron que tanto el Ejército como los paramilitares de las RSF, a mando del general renegado Mohamed Hamdane Daglo, utilizan el hambre como arma de guerra.
Desde que se creó el sistema de monitorio de la IPC hace 20 años, solo se han declarado hambrunas en dos ocasiones: en algunas partes de Somalia en 2011 y en zonas de Sudán del Sur en 2017.