Ciudad de México, 30 jul. (AMEXI).- ¿Un estilo de vida saludable puede mitigar impactos de largo plazo del Covid-19, así como de las afecciones post-Covid19, y preparar ante futuras pandemias?
Especialistas indican que la prevención para complicaciones posteriores de Covid-19 es crucial para que pacientes, médicos y responsables de políticas mitiguen su carga acumulada.
A las afecciones post-Covid-9 aun se les considera crisis de salud pública global; además, la propagación en animales aumenta el riesgo de que pase a seres humanos.
Una investigación difundida esta semana en la revista Nature Communications evaluó la asociación de factores de estilo de vida modificables, como tabaquismo, alcoholismo, IMC, actividad física, tiempo sedentario, duración del sueño y hábitos alimentarios, con las secuelas multisistémicas del Covid-19, la hospitalización y la muerte de pacientes.
Según el grupo de investigadores, encabezados por Yunhe Wang, Binbin Su y Marta Alcalde-Herraiz, un estilo de vida favorable (6-10 factores saludables; 46.4%) se asoció con un riesgo 36% menor de secuelas multisistémicas.
En comparación, en un estilo de vida desfavorable (0-4 factores; 12.3 %), “las reducciones de riesgo abarcaron los 10 sistemas orgánicos, incluidos los cardiovasculares, de coagulación, metabólicos, gastrointestinales”.
Asimismo, renales, de salud mental, musculoesqueléticos, trastornos respiratorios y fatiga. El efecto fue por los impactos directos en el estilo de vida.
Covid prolongada
«Los casos y las muertes por Covid-19 disminuyeron a nivel mundial, pero las consecuencias de largo plazo continúan como crisis de salud pública global, son afecciones post-Covid-19 o Covid prolongada.»
Se informó que hay un mayor riesgo y carga de trastornos cardiovasculares, pulmonares, neuropsiquiátricos y metabólicos durante los seis a 12 meses posteriores a la infección por SARS-CoV-2.
También se observó un riesgo persistente para varias enfermedades por hasta dos años. Sin embargo, no se dispone de estrategias basadas en evidencia para su prevención o tratamiento.
Hay pruebas que sugieren que la vacunación antes de la infección y el uso de antivirales durante la fase aguda en determinados pacientes de alto riesgo sólo reduce parcialmente el riesgo de Covid prolongada entre seis y 12 meses después de la infección.
Los factores modificables del estilo de vida, como la actividad física y la dieta saludable, son objetivos potenciales para prevenir las principales enfermedades no transmisibles.
Se asocian con un menor riesgo de Covid-19 grave y mortalidad relacionada, posiblemente a través de la protección contra la inflamación, la autoinmunidad y la anomalía de la coagulación.
Sin embargo, la asociación entre combinaciones de múltiples factores del estilo de vida, que se sabe que interactúan sinérgicamente, y el riesgo de secuelas de Covid-19 en múltiples sistemas orgánicos sigue sin estar clara.
Asimismo, según los especialistas el virus se propaga en diversas especies de animales silvestres sin detenerse y por contagio de animales podría dar un salto al ser humano, con nuevas capacidades.
Según la investigación de Virginia Tech, difundida también en Nature Communications, las especies portadoras del SARS-CoV-2 han incubado nuevas mutaciones virales que podrían pasar al ser humano si encuentran la combinación y el medio adecuado.
Lee: Covid-19 se encuentran dentro de los parámetros esperados opina Ssa
El que no se hayan encontrado pruebas de la transmisión a humanos no permite descartar esa posibilidad, y los virólogos temen que la mutaciones desarrolladas en esos organismos puedan resultar más nocivas y difíciles de tratar.
Ya se analizaron ejemplares de 23 especies para detectar infecciones activas como anticuerpos indicadores de infecciones anteriores. Mapaches, marmotas, conejos y murciélagos tenían el virus causante del Covid-19.
La zarigüeya registró mutaciones que no se habían descrito y podrían influir en la forma en que el virus afecta a los humanos y en su respuesta inmunitaria.
El virus busca a más humanos, pero las especies vacunas los protegen; entonces se dirige a los animales, en los que se adapta y muta para prosperar en los nuevos huéspedes, explicó Carla Finkielstein, profesora de ciencias biológicas del Instituto de Investigación Biomédica Fralin, de Virginia Tech.
Foto de redes sociales Nature.







