Ciudad de México, 25 mar. (AMEXI).- La directora Michal Vinik explora las dinámicas de los matrimonios arreglados de varones israelís con extranjeras en su filme “Valeria viene a casarse” (Israel-Ucrania, 2022), donde dos mujeres buscan escapar de su precaria situación casándose.
Valeria (Dasha Tvoronovich) llega al aeropuerto de Tel Aviv donde la recibe su hermana mayor Christina (Lena Fraifeld) y su cuñado el cuarentón Michael (Yaakov Zada Daniel), ha viajado para casarse con Eita (Avraham Shalom Levi).
Christina trabaja en una estética poniendo uñas y eventualmente pasea los perros de sus vecinos, vive en un modesto departamento, espera pronto le den la ciudadanía israelí para poder acceder a un tratamiento de fertilidad y tener un hijo que tanto desea Michael.
El encuentro entre Valeria y su prometido es algo incómodo, se nota la torpeza de Eita y la incomodidad de ella, y los ostentosos regalos, un celular de alta gama ya precargado, y la conversación en parte en ruso, en hebreo y en ingles lo complica más.
Cuando llega la hora de partir Valeria se atrinchera en el baño, y obliga a su hermana a entrar con ella, las dudas sobre el matrimonio sacan a flote el intercambio de dinero que conlleva un arreglo matrimonial.
Michal Vinik explora en “Valeria viene a casarse” la dinámica de poder entre las parejas dispares, donde un hombre con poder adquisitivo puede aspirar a tener una novia extranjera que busca salir de su situación económica.
El filme es un drama que puede verse en la 75 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional. Se tocan temas como veladamente la crisis en Rusia y Ucrania, la migración y el papel de la mujer que se queda en medio de las crisis políticas y económicas.