Isaac “Pitbull” Cruz es uno de los boxeadores más queridos por la afición. Ya fue monarca del mundo y lucha por una nueva oportunidad.
Pero gran parte de todo ese éxito se debe al apoyo incondicional de su esposa Taoani, quien lo apoyó en los momentos más complicados que tuvieron como pareja, y ahora disfruta de los éxitos del Pitbull.
Como muchos boxeadores, el Pitbull Cruz tuvo que empezar desde abajo, y aunque hubo momentos difíciles, todo el tiempo tuvo el respaldo de Taoani.
Hoy todo eso queda en el recuerdo, de cómo superaron la adversidad y lo disfrutan con los éxitos que van cosechando.
Como lo ocurrido el martes, cuando el Pitbull Cruz recibió el cinturón Guerrero Azteca, ganado en su última pelea, y Taoani estuvo con él para recibir el cetro.
“Tuvimos un inicio de pareja muy duro, no teníamos algo estable, prácticamente de todo un año que tuvimos que remar contracorriente”, dijo el Pitbull en un documental de Premier Boxing Champions, previo a su pelea con Rolly Romero.
Como el hombre de la casa, a Isaac Cruz le pesaba mucho que en ocasiones no había ni para comer.
“Yo como el hombre de la casa llegó un momento en el que no tenía que ofrecerles tan siquiera una tortilla”, dijo aquella ocasión.
Taoani recordó con él esos momentos tan duros que vivieron como pareja, consciente de que algunos días realmente la pasaron mal.
“No teníamos dónde vivir, a veces se nos complicaba hasta para la alimentación, no había dinero, entonces fue muy complicado. Son muchos recuerdos de cuando la pasamos mal, cuando la pasamos difícil”, dijo ella.
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El trabajo y el esfuerzo rinden frutos: Pitbull Cruz

Aunque esos días complicados quedaron muy lejos, pues el trabajo y esfuerzo del Pitbull hizo que todo cambiara para bien, son cosas casi imposibles de borrar y de olvidar.
“Son recuerdos muy difíciles, desgraciadamente se quedan muy marcados esos recuerdos por los momentos difíciles”, afirmó el ex campeón mundial.
Ahora lo ve a distancia y considera que pudieron ser pruebas que demostraban que eran el uno para el otro.
“Fueron pruebas muy duras en nuestra relación y como pareja que Dios nos mandó, para ver si realmente éramos uno para el otro y que no nada más nos interesaba lo material, lo económico o lo físico”, afirmó.
Y mucho de lo que ahora es el Pitbull Cruz, tanto en lo deportivo como en lo familiar, junto a sus dos pequeños hijos, se lo debe a su esposa.
“Gracias al apoyo de mi esposa para que se fijara y pudiéramos hacer algo en el boxeo y pudiera despuntar la carrera”, concluyó.