El Madrid, el Rey de Europa destruyó totalmente al Manchester City, en un partido en el que los de blanco nunca se sintieron amenazados y que confirma el pésimo momento que vive Pep Guardiola y su equipo.
El Madrid no tardó mucho en ponerse al frente, pues al minuto 4, Kylian Mbappé corrió a las espaldas de los defensas y definió por encima de Ederson para marcar el primero del partido.
El City se vio completamente desconcertado los primeros 45 minutos. No hubo conexiones entre los jugadores, sus ataques eran letárgicos y con poca intensidad y en fase defensiva sufrieron mucho contra los delanteros del Real. Y justamente ellos, Vini Jr., Rodrygo y Mbappé, al minuto 33, conectaron en una serie de pases que terminaron con una definición exquisita del francés para aumentar la ventaja.

Los ciudadanos necesitaban reaccionar en la segunda mitad, pero los merengues mantuvieron el control y al 61’ Mbappé firmó su hat-trick y terminó la eliminatoria. Los ciudadanos empezaron a jugar cuando ya era muy tarde y consiguieron un gol de consolación de Nico González, con lo que el partido terminó 3-1, con un global 6-3 en favor de los campeones de Europa.
Lee: Real Madrid llegó, recibió premios, triunfó y se llevó el tesoro
El PSG repite la dosis

El PSG se impuso al Brest en una serie que se definió la semana pasada, pues los parisinos trajeron a casa una ventaja de 3 goles que únicamente podía incrementar.
El partido no se desvió del guión, pues los capitalinos dominaron el transcurso del partido, salvo por un par de aproximaciones de los visitantes. Con anotaciones de 7 jugadores distintos, los dirigidos por Luis Enrique golearon 7-0 y no sufrieron ni tantito para conseguir su boleto a la siguiente fase.
Por su parte, el Brest puede sentirse orgulloso de una participación histórica y muy respetable en su primera competencia europea, que si bien terminó con una goleada desastrosa, fue en fase final de Champions, lo cual ya es un logro muy notable.
Dortmund no se complica y pasa a la siguiente fase

En un encuentro que se sentía decidido desde la ida, el Borussia Dortmund y el Sporting de Lisboa empataron sin goles, con lo que el cuadro amarillo clasificó a los octavos de final.
Los portugueses llegaron al partido con la tarea casi imposible de meter tres goles para forzar la prórroga. Pero por la forma en que jugaron el partido, parece que nadie les avisó. En ningún momento jugaron con premura o intensidad, más bien se veían tranquilos con no recibir gol en Alemania e irse a casa “con la frente en alto”.
Por su parte, los subcampeones de la competencia no se complicaron mucho. Manejaron el partido, lo dominaron y tuvieron oportunidades para hacer su ventaja aún más voluminosa, como un penal que le atajaron a Serhou Guirassy. Entonces, con ambos equipos cómplices, se observó un partido soso y aburrido del cual se supo el desenlace después de 10 minutos.