En un partidazo digno del Clásico más importante del mundo, el Barcelona se coronó campeón de la Copa del Rey después de vencer en la prórroga al Real Madrid con marcador de 3-2 en el Estadio La Cortija, Sevilla, España. En un partido donde ambos tuvieron sus chances y sus momentos, el vencedor fue el que las supo aprovechar de mejor manera.
El arbitraje estuvo bajo una lupa después de una semana en que el Madrid criticó de forma muy dura al cuerpo arbitral responsable del encuentro. No ayudó que el partido tuvo varias jugadas complejas y polémicas, pero el árbitro, Ricardo de Burgos, y el VAR, Pablo González, tomaron consideraciones correctas, aunque desgraciadamente algunas abiertas a interpretación.
Con esto, el Barcelona buscará completar el triplete, algo que han logrado tres veces, la última en la temporada 2014-2015, y tienen buenas posibilidades de hacerlo pues se encuentran de líderes en la Liga, 4 puntos por encima del Madrid, y se encuentran en la semifinales de la Champions League, una competencia donde todo puede pasar.
Una cátedra blaugrana de 45 minutos
Desde el inicio del encuentro, la tónica de la primera parte se mostró de forma clara: el Barcelona sería el amo y señor de la pelota. Los blaugranas distribuían la pelota sin obstáculos, metían la pierna más fuerte y obligaban al Madrid a dividir la pelota en cada salida.
Lamine Yamal aprovechó la lesión temprana de Ferland Mendy para desquiciar a la defensa blanca. Y al minuto 28, el joven catalán metió una diagonal retrasada que llegó a hasta Pedri, el cual metió un derechazo fantástico para vencer a Thibaut Courtois y poner al frente de forma merecida al Barça.
El Real Madrid reaccionó de forma esporádica en los primeros 45 minutos, con dos únicas ocasiones, una que tocó las redes, que fueron nulificadas correctamente por posición adelantada.
El Regreso del Rey… de Europa
Pero en la segunda mitad, el Real Madrid recuperó la memoria histórica y el futbol que lo hizo tricampeón de Europa. Todo empezó con el ingreso de Kylian Mbappé al terreno de juego, que entró su revancha futbolística en el escenario más grande de su carrera en Madrid. También aportó mucho Jude Bellingham, que encontró su mejor versión después del descanso.
La primera reacción del Madrid llegó al 70’ en los pies del francés que, después de ganar un tiro libre en zona peligrosa, él mismo lo cobró con una ráfaga sumamente esquinada al poste del arquero Wojciech Szczęsny para empatar el partido.
El Barcelona no supo reaccionar ante la anotación de su rival. Poco quedaba del excelente funcionamiento que llevó a los blaugranas a dominar el primer lapso. Y, al minuto 77, los blancos le dieron vuelta al marcador en un tiro de esquina cuando Aurélien Tchouaméni se elevó más que todos y su cabezazo venció al arquero polaco.
Las sensaciones estaban del lado del Madrid, pues con la ventaja y el buen momento futbolístico, por fin parecía que vencerían a su máximo rival. Pero al 84’, en una pelota larga de Yamal, Ferrán Torres anticipó al arquero madrileño y definió con la portería abierta para volver a poner tablas la pizarra.
Los últimos 30 no fueron aptos para cardíacos

Tras no poder romper el empate, los tiempos extra fueron requeridos. Un deleite para los aficionados del juego y un martirio para los aficionados de ambos equipos. El alargue fue un ida y vuelta de ambas escuadras que generaron peligro en las dos áreas.
Y al minuto 115, cuando los penales se empezaban a asomar, Jules Koundé anticipó un pase de Luka Modrić y metió un derechazo inatajable para el mejor portero del mundo desde fuera del área para que el Barcelona remontara el partido.
El Real Madrid lo intentó hasta el final y dejó la vida en el terreno de juego, hasta consiguió un penal que fue anulado por fuera de juego al minuto 117. Pero no fue suficiente para evitar el segundo fracaso de la temporada y ver cómo su archirrival se alzó sobre ellos para conseguir el primer trofeo de tres posibles.
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¿Qué sigue para ambos?
En dos semanas, ambos se volverán a encontrar en la Liga de España, en un partido que podría definir al campeón de España, pues ya sea que la ventaja se incremente o se reduzca, con 5 fechas restantes, esos tres puntos serán indispensables. El único que sigue jugándose algo es el cuadro blaugrana, que tendrá que empezar a pensar en las semifinales de la Champions y el Inter de Milán. El Madrid ahora solo buscará cerrar de la mejor manera la temporada, una que pinta ser para el olvido.