Óscar Duarte parece un niño con juguete nuevo. Está en Riad, Arabia Saudita, donde pelea el sábado y sabe que un triunfo lo llevaría a nuevas y mejores oportunidades.
Hace un año su nombre saltó a la fama, cuando ofreció una gran pelea a Ryan García, y aunque perdió, su carrera tuvo un gran impulso.
“Estoy muy contento, feliz de estar aquí en Riad y pues este sábado va a ser una gran pelea con Batyr Akhmedov, él es un buen peleador y yo también”, dijo Duarte.
Con una gran trayectoria hecha en México y en Estados Unidos, es la primera vez que Duarte pelea fuera de esos dos países y todo es nuevo para él, pero lo disfruta sin perder el principal objetivo.
“Sin perder el enfoque, estoy listo, pero también disfrutando. Las conferencias de prensa, las entrevistas, el recibimiento, el entrenamiento público, trato de disfrutar al máximo, todo el proceso y que todo salga bien el sábado”, dijo.
Duarte trabajó en California con Robert García y lo único en lo que piensa es en el triunfo, orgulloso de representar a Parral, Chihuahua, y a su país.
“Hice un gran campamento allá en California y estoy muy orgulloso de presentar a mi tierra mexicana y este 16 de noviembre vamos a ir con todo”, advirtió.
La preparación fue completa, y aunque apenas la semana anterior le cambiaron al rival, ahora Batyr Akhmedov, no tendrá problemas aunque el ruso sea zurdo.
“Sí cambia un poco porque es zurdo y su estilo de pelea, pero en el nivel en el que peleo y el nivel que traigo, eso no es ningún problema para mí”, afirmó.
Un triunfo en una cartelera importante como la Noche Latina será importante para Duarte, quien ya se siente campeón mundial, pero le hace falta el cinturón.
“Mi carrera ya despegó, yo ahorita ya me siento campeón mundial, así me visualizo y este es un paso más para que se manifieste ya todo, un paso muy importante”, dijo.
En territorio árabe

Óscar Duarte viajó a territorio árabe con todo su equipo, encabezado por sus entrenadores Robert García, Ulises Ruvalcaba y Aaron Mora, de su mánager Memo Rocha, su hermano José Carlos, el promotor Pepe Gómez y Gabriel Soto, listo para salir con la mano en alto el sábado.