El club mexicano Tuzos de Pachuca inicia su participación mañana miércoles en la Copa Intercontinental 2024 de la FIFA, en la cancha del Estadio 974 de la ciudad de Doha, Catar.
Es evidente que nada fácil será el debut del conjunto mexicano ante el brasileño Botafogo y su excelente momento de coronaciones y también por el futbol que despliega.
Todo esto porque Tuzos de Pachuca, dirigido por el uruguayo Guillermo Almada, es antecedido por una mala campaña en el campeonato mexicano, en el Torneo Apertura 2024.
Tuzos de Pachuca, que tiene acostumbrada a su afición a ser un protagonista en cada uno de los torneos, esta vez fue una de esas contadas campañas en que no todo le salió bien.
De 17 partidos que jugó en el Torneo Apertura 2024, sólo ganó 3, empató 4 y perdió 10, anotó 20 goles y recibió un castigo de 19 y sólo sumó 13 puntos de 51 posibles.
Pero como siempre se dice, cada partido y torneo es una historia diferente, así que al empezar de cero, puede arrancar de una forma diferente y aprovechar la gran vitrina que representa la Copa Intercontinental de la FIFA.
Botafogo con euforia de campeón
Enfrente, en la cancha del Estadio 974 de Doha, Catar, va tener un equipo brasileño lleno de euforia por todos estos días de gloria que vive.
Botafogo ganó, primero, el 30 de noviembre pasado, la Copa Libertadores de América, con una espectacular exhibición sobre el Atlético Mineiro, al que superó por marcador de 3-1.
Esa noche marcaron gol Luiz Enrique, Alex Telles (de penal) y Junior Santos, así que son, entre otros, los jugadores claves en la ofensiva del conjunto brasileño ante el mexicano Tuzos de Pachuca.
Se alagaron los días de fiesta, porque el pasado domingo, el equipo de Río de Janeiro, derrotó por 2-1 a Sao Paulo y con ello ganó su primer título de liga del futbol brasileño, algo que no hacía desde 1995.
DOBRADINHA ALVINEGRA! 🏆🏆 #BOTAFOGOCAMPEÃO #TEMPODEBOTAFOGO pic.twitter.com/GgiHBo6MjS
— Botafogo F.R. (@Botafogo) December 9, 2024
Jefferson Saverino y Gregore hicieron los goles de la victoria del Botafogo, propiedad del empresario estadunidense John Textor, quien ahora espera otro día lleno de victoria.