La Real Academia Española tiene una definición coloquial y en lo deportivo del significado de la palabra PACHANGA.
“Partido informal de futbol, baloncesto u otro deportes”, dice la definición de la RAE.
Y aunque Javier “Vasco” Aguirre le pone seriedad a todo lo que hace, lo cierto es que el englomerado de intereses de clubes en el futbol mexicano convirtió en una pachanga los siguientes dos partidos de la Selección Mexicana de futbol varonil, que son ante el Inter de Porto Alegre, mañana en Brasil, y River Plate, el 21 de este mes en Argentina.
Cada vez que termina una Copa del Mundo se dan las lamentaciones porque México no pasa de la segunda ronda y la frase de “el quinto partido”, que no llega, ya se hizo normalidad y se achaca a muchos factores, incluso al señalamiento “no fue penal”, como sucedió en Brasil 2014 ante la entonces Holanda, ahora Países Bajos.
Se debe hacer esto y aquello
Y ante el fracaso llueven las críticas y también las voces de visionarios directivos, entrenadores, dueños de equipos y federativos que inspiran hacer esto y aquello, para que por fin la Selección Mexicana llegue al partido soñado y más.
Llegó el momento y más cuando por tercera vez en la historia México va ser anfitrión de una Copa del Mundo de Futbol, la de 2026, organizada conjuntamente con Canadá y Estados Unidos.
“Hay tiempo para preparar un equipo para competir en el mundial”, dijo Javier Aguirre el día de su presentación, porque para ello le ofrecieron todo el apoyo y convocar a los futbolistas que necesitara.
Enjambre de intereses
Llegó la hora de estos partidos ante Inter de Porto Alegre de Brasil y River Plate de Argentina, que son históricos en el futbol, pero, por estar agendados en días que no son Fecha FIFA, los clubes mexicanos no están obligados a prestar a sus futbolistas.
Entre una lista de jóvenes futbolistas, Javier Aguirre incrustó los nombres de Luis Romo y Jesús Orozco, quienes tratan consolidarse como titulares en el 11 ideal del “Vasco” Aguirre, pero por inconveniencias se bajaron de la Selección Mexicana, al igual que Jesús Ángulo.
Romo pasó de Cruz Azul a Chivas y tuvo que arreglar cuestiones financieras de su traspaso, y Orozco que llegó de Guadalajara a la Máquina tuvo que cumplir con los exámenes médicos y físico para firmar contrato y también para ser presentado.

Fueron tres bajas y sólo se informó del llamado de Roberto Meraz y Gustavo Sánchez, que proceden de Mazatlán, uno de los peores equipos desde la temporada pasada, para cubrir esos vacíos.
¿Son pachanga estos partidos?
Guillermo Martínez, el “Memote”, no se bajó de la selección y más cuando Pumas de la UNAM necesita de su presencia en el ataque en encuentros de la Liga MX en el Torneo Clausura 2025, pero se entiende que el club y el jugador acordaron estar con la Selección Mexicana para aumentar la posibilidad de un lugar para la Copa del Mundo 2026.
Pero después de él, quién más tiene posibilidades reales de llegar con la Selección al Mundial y la realidad son pocos, pero incluso ni en las convocatorias oficiales todos los que son llamados tienen algo seguro.
Efraín Álvarez, de Xolos de Tijuana, podría estar en la selección mundialista, pero incluso, Gilberto Mora, también del conjunto fronterizo y con el cual ya hizo su debut en el máximo circuito durante el torneo pasado, tiene más posibilidades, porque a sus 16 años y 3 meses de vida está en pleno crecimiento y por sus mayores virtudes tendría las puertas abiertas.
Así qué, ¿cuánto, provecho dejarán estos dos partidos en el desarrollo y crecimiento individual y colectivo en la mente de un entrenador que alista a la Selección Mexicana para la Copa del Mundo 2026? y la respuesta es que parece será poco en el futuro inmediato y a largo plazo.
Por lo pronto, los dueños de los equipos no apoyaron al 100% a la decisión del entrenador Javier Aguirre y por no ceder a sus mejores jugadores, porque están los partidos de la Liga MX del Torneo Clausura 2024, convirtieron estos juegos ante Inter de Porto Alegre y River plate, en una pachanga.