Guadalajara, 10 sep (AMEXI).- La tenista australiana Kimberly Birrell vivió uno de los retos más complicados de su carrera y solo fue por unos minutos: experimentar lo que vive una deportista en silla de ruedas.
Previo a su debut en el Guadalajara Open AKRON, la número 150 del ranking de la Asociación Femenil de Tenis (WTA) tuvo la oportunidad de convivir con dos paratenistas.
Rosa Vázquez y Claudia Taboada, en silla de ruedas, pelotearon y jugaron algunos puntos con Kimberly Birrell, quien por momentos fue exigida por sus rivales.
Pero lo más complicado para la australiana vino después, pues la retaron a sentarse en una silla de ruedas para experimentar el deporte para deportistas con capacidades diferentes.
La unión del tenis
“Interactuar con lo que es silla de ruedas es fantástico, aquí no hubo idiomas, la unión fue el tenis. Que una de las jugadoras se atrevió a sentarse en la silla para nosotros es fantástico”, dijo Claudia Taboada.
Kimberly Birrell apareció en la cancha 4 del Centro Panamericano de Tenis y estuvo algunos minutos. Tras el peloteo convencional para ella, se sentó en la silla de ruedas y enfrentó lo que viven Vázquez y Taboada.
Hizo equipo con la primera y, sin experiencia como su coequipera, prácticamente se quedó en un lugar de la cancha y desde ahí respondió las primeras veces.
Luego se animó y buscó la forma de desplazarse en la cancha y llegar a algunas pelotas que estaban lejos de su posición inicial.
Dificultad
“Es muy difícil, es duro”, dijo Kimberly Birrell mientras buscaba impactar alguna de las pelotas y hacer una devolución.
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Claudia Taboada dejó en claro que para ellas no hay límites y agradeció que existan oportunidades en el deporte para personas como ellas, pues les permite sobresalir.
“No hay límites, los límites siempre son mentales y los pone uno mismo. Queremos hacerle saber a la gente con una discapacidad que el deporte es algo que les puede abrir muchas puertas”, concluyó Claudia Taboada.