Ciudad de México, 9 may. (AMEXI). – La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) mantuvo en 2.5% su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana en este año, como lo estimó en diciembre pasado.
De acuerdo con la actualización sus proyecciones de crecimiento económico para los países de la región, esta nueva estimación de la Cepal para el Producto Interno Bruto (PIB) de México significa que el último año del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador registrará una desaceleración respecto al avance de 3.2% en 2023.
No obstante, es la tasa más alta estimada por otros organismos financieros internacionales, que recientemente recortaron sus previsiones para la economía de México en este año.
Ahora, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima un crecimiento para la economía mexicana de 2.4%, el Banco Mundial (BM) prevé un alza de 2.3% y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pronostica un aumento de 2.2% este año.
El nuevo pronóstico de la Cepal para el crecimiento de México para 2024 se ubica apenas en el rango más bajo del intervalo de entre 2.5% y 3.5% previsto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Pronósticos para AL
La Cepal revisó levemente al alza la proyección de crecimiento para las economías de América Latina y el Caribe en 2024.
Según nuevas estimaciones dadas a conocer hoy, el organismo de las Naciones Unidas prevé que la región crecerá en promedio 2.1% este año, desde 1.9% previsto en diciembre pasado.
Por regiones, prevé crecimientos para América del Sur de 6%, América Central y México de 2.7% y El Caribe (excluyendo Guyana) de 2.8 por ciento.
“La expansión esperada para la región en 2024 se mantiene en la senda del bajo crecimiento económico observado en los últimos años, y el gran desafío es cómo avanzar hacia un crecimiento más alto, dinámico e inclusivo”, indicó.
Señaló que la región está enfrentando un escenario internacional complejo, caracterizado por un crecimiento de la actividad económica y el comercio global por debajo de sus promedios históricos.
Esto, junto con tasas de interés que permanecen altas en los países desarrollados, redundando en mayores costos de financiamiento para los países emergentes, incluida la región.
En el ámbito interno, agregó, la tendencia a la baja de la inflación ha dado espacio para los bancos centrales de varios países implementaran disminuciones en sus tasas de interés de política, a partir de lo cual se podría esperar un impacto favorable sobre la actividad económica.