El Banco Mundial (BM) se sumó a las expectativas del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el desempeño de la economía mexicana en 2025 y recortó su pronóstico de crecimiento a cero (0.0%), desde 1.5% previsto en enero pasado.
Este ajuste a la baja en el Producto Interno Bruto (PIB) de México se debe a la pérdida de impulso en la inversión pública, así como a la incertidumbre en torno a la relocalización de empresas (nearshoring) que generan las actuales restricciones comerciales globales, como son los aranceles impuestos por Estados Unidos.
Señaló que, en México, la inversión pública apoyó la expansión de la inversión agregada y el crecimiento del producto durante 2023, pero a medida que perdió impulso durante 2024, este estímulo se debilitó.
Comentó que el proyecto de nearshoring no está necesariamente moribundo, aunque ciertamente es mucho más incierto.
“Con los principales competidores asiáticos bajo fuertes aranceles, México y América Latina y el Caribe en general parecen más atractivos”, destacó.
No obstante, el organismo internacional anticipa una recuperación para la economía mexicana a un crecimiento de 1.1% en 2026, aunque esta nueva estimación significa un recorte respecto al alza de 1.6% proyectada en enero pasado.
En un anticipo del Reporte Económico de América Latina y el Caribe (LACER, por sus siglas en inglés), que publicará completo el 28 de abril próximo, el Banco Mundial pronosticó que, en 2027, la economía mexicana continuará acelerando su crecimiento a 1.8 por ciento.
ALC debe repensar estrategias económicas: Banco Mundial
Por otra parte, el Banco Mundial consideró que, en medio de la creciente volatilidad económica mundial, los países de América Latina y el Caribe (ALC) deben adaptar sus estrategias económicas para afrontar la creciente incertidumbre.
El informe pronostica un crecimiento del 2,1 por ciento en 2025 y del 2,4 por ciento en 2026, lo que la convierte en la región de menor crecimiento a nivel global.
La baja inversión, el endeudamiento elevado y un entorno externo cambiante constituyen importantes obstáculos para el desarrollo de la región, añadió.
“El panorama económico mundial ha cambiado drásticamente, marcado por mayores niveles de incertidumbre”, afirmó Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.
“Los países deben recalibrar sus estrategias e impulsar reformas audaces y prácticas que impulsen la productividad y la competitividad, a la vez que abordan las brechas persistentes en infraestructura, educación, comercio y gobernanza para garantizar la creación de empleo y mejores oportunidades para las empresas y los ciudadanos”.






