Este 18 de marzo se cumplen 87 años de la Expropiación Petrolera, acto por medio del cual se nacionalizó toda la industria petrolera del país, pero desde entonces muchas cosas han cambiado y hay poco hay que celebrar, ya Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta diversos retos.
En 1938, el entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río expidió el decreto de la Expropiación Petrolera, el cual consistió en la apropiación legal del petróleo que explotaban 17 compañías extranjeras que tenían el control de la industria, para convertirse en propiedad de los mexicanos.
Casi tres meses después, el 7 de junio de 1938, se fundó la paraestatal Petróleos Mexicanos otorgándole facultades necesarias para realizar todos los trabajos de exploración, explotación, refinación y comercialización del petróleo en el país.
Sin embargo, a más de ocho décadas de la Expropiación Petrolera, Pemex es una de las empresas petroleras más endeudada del mundo, cada año registra pérdidas millonarias y la producción de crudo va en declive, a pesar de los apoyos billones que ha recibido para su rescate.
Pemex, un rescate fallido
Desde 2013, Pemex ha recibido diversos apoyos por parte del gobierno federal como parte de la estrategia de financiamiento y fortalecimiento de la Empresas Productivas del Estado, que incluye a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ahora Empresas públicas.
Aunque estos apoyos a Pemex comenzaron en 2013, a partir de 2019 han sido otorgados de manera constante y en una mayor proporción.
Así, de 2013 a 2018, en el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, la empresa petrolera recibió en total 603 mil 558 millones de pesos en apoyos fiscales y financieros.
Esta cantidad casi se multiplicó por cuatro durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, ya que de 2019 a 2024 los apoyos sumaron más de 2.2 billones de pesos.
Pese a que esto implicó reducir los ingresos de la Federación, la empresa no logró una recuperación productiva en materia de extracción de crudo.
Producción en declive
A pesar de los cuantiosos beneficios fiscales, Pemex no ha logrado detener el desplome de la producción petrolera.
De acuerdo con el centro de análisis México Evalúa, al cierre de 2024, la petrolera produjo en promedio un millón 485 mil barriles diarios de crudo, su peor nivel desde 1990 que se tiene registro.
Además, se quedó por debajo de la meta de producción establecida por la Secretaría de Hacienda (un millón 745 mil barriles diarios) para 2024.
“De hecho, en ningún año del sexenio de López Obrador se cumplieron las metas de producción”, afirmó en un análisis.
Petrolera, entre las más endeudadas
Asimismo, a pesar de que las aportaciones de capital del gobierno federal para la petrolera en el sexenio anterior equivalieron a casi la mitad de la deuda de la empresa, esta se redujo mucho menos y sigue cercana a los 100 mil millones de dólares.
Al 31 de diciembre de 2024 el saldo total de la deuda financiera bruta de Pemex 97.6 mil millones de dólares (1.98 billones de pesos).
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), este saldo, que equivale al 5.8% del Producto Interno Bruto (PIB) del país estimado para 2024 (33.93 billones de pesos), es 10.3% (184 mil millones de pesos) mayor al registrado al cierre de 2023 (1.79 billones de pesos).
Pemex, con pérdidas
En 2024, Pemex registró una pérdida neta de 620.6 mil millones de pesos, la mayor de la empresa en una década incluyendo 2020, año atípico por la pandemia del Covid-19 y el cierre de las actividades económicas.
Esta cifra se comparar con el mismo periodo de 2023, cuando la petrolera obtuvo un ganancia de 8.2 mil millones de pesos.