Ciudad de México, 9 abr. (AMEXI).- El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) afirmó que ni las dos candidatas a la Presidencia, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, ni el candidato Jorge Álvarez Máynez, tienen propuestas claras para el financiamiento del sistema de salud universal en México.
La coordinadora en Salud y Finanzas Públicas del CIEP, Judith Senyacen Méndez, refirió que, en el primer debate de los candidatos presidenciales del 7 de abril pasado, los tres hablaron de un sistema universal de salud que atienda a todos los mexicanos, les brinde todos los medicamentos y no haya desabasto.
No obstante, si bien la salud es un derecho que debería estar garantizado por el Estado, a nivel internacional no hay ningún país cuyo sistema de salud ofrezca de manera ilimitada todos los tratamientos y atención de todas las enfermedades de su población.
“Lo más real que se hace es definir cuál es el paquete de servicios que voy a otorgar y si lo puedo ir ampliando de manera progresiva, ver que las personas con mayores ingresos puedan aportar más que las personas que no tienen capacidad de pago”, agregó.
Por ello, dijo, se hace una priorización positiva o negativa de las enfermedades, tratamientos o medicamentos que están incluidos y, de esta manera, se garantiza la atención al menos de ese paquete de servicios.
“Estas tres propuestas (de las y el candidato a la Presidencia) ninguna está hablando de cómo se va a financiar cada una de sus promesas de campaña”, subrayó la especialista del CIEP.
En la videoconferencia “Necesidades presupuestarias para Salud rumbo a 2030”, resaltó que las propuestas, reformas y modificaciones al sistema de salud deben incluir un financiamiento adecuado a las necesidades y objetivos del sector.
Brechas presupuestarias
En México, persiste una brecha presupuestaria significativa, ya que el país destina menos de 3% del Producto Interno Bruto en inversión en el sector salud, con lo que la inversión en salud se mantiene a la mitad del mínimo sugerido a nivel internacional, de 6% del PIB.
Esta brecha presupuestaria lo que genera desigualdades, como el hecho de que quienes reciben atención del IMSS-Bienestar dispongan de la mitad de los recursos que la población con IMSS ordinario.
La investigadora del CIEP mencionó que el compromiso de la actual administración fue incrementar 1.0% del PIB, de 2018 a 2023 el aumento fue de 0.4 puntos PIB.
Advirtió que se requiere duplicar el presupuesto para alcanzar un nivel mínimo de inversión, ya que para 2030 el sector salud podría requerir el 10% del PIB.
Afirmó que un sistema de salud universal, descentralizado y financiado con recursos nacionales y locales como el Canadá y Dinamarca podría servir de ejemplo para que México avance hacia un sistema más equitativo, eficiente y accesible para la ciudadanía, en el que el acceso a la atención no dependa de la situación laboral de cada persona.
Méndez planteó la creación y uso de fondos para enfermedades de especialidad, la participación de los gobiernos subnacionales en el financiamiento del sistema, el etiquetado de impuestos saludables, los impuestos progresivos y contar con un catálogo de beneficios explícitos, son algunas prácticas que han contribuido a garantizar la atención.