En México, la inflación en 2024 fue de 4.21% y debido a la continuidad en las políticas internas, esta tendencia a la baja continuará en los próximos trimestres; sin embargo, las presiones internacionales, como el factor Trump, podrían alterar esta condición, señalaron especialistas de la UNAM.
El académico de la Facultad de Economía Luis Fernando González Martínez indicó que la meta del Banco de México (Banxico) es estabilizar la inflación al 3%, y agregó que gracias a esto los precios de productos de la canasta básica se han mantenido y eso beneficia a la población con menores ingresos, pues este sector destina más de 50% de su gasto total en la compra de alimentos.
La inflación es el alza generalizada en los precios, que puede ser debido al aumento de dinero en circulación o bien, por la cantidad de bienes y servicios que se demandan y que no pueden ser abastecidos u ofertados.
Explicó que el reporte publicado por el Inegi del 4.21%, que representa una baja respeto al año anterior, no se debe confundir con una baja generalizada de los precios, sino una desaceleración; “una cosa es que los precios no suban, que su alza se reduzca, y otra que tiendan a bajar”.
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Unos productos bajan de precio y otro suben
Productos como papaya, tomate verde, cebolla, huevo o chiles bajaron de precio y otros como el pollo subieron. También aumentaron los precios en establecimientos como fonditas, loncheras, taquerías.
González Martínez señaló que se debe considerar que en algunos productos, aunque aumenta el precio no necesariamente disminuye su demanda, porque son indispensables para sobrevivir o llevar el día a día: alimentos, incluso cigarros. “Consumimos la misma cantidad sin importar su precio”.
Asimismo, los llamados “bienes de lujo” como transportes aéreos, educación o salud privada aumentan sus costos, y esto afecta a los grupos con mayores ingresos.
Se debe considerar el escenario internacional
Se espera que en los próximos trimestres la inflación siga a la baja, pero a este panorama se deben sumar las presiones que se prevé ejerza el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha expresado su intención de incrementar los aranceles –impuestos a las importaciones–, por lo que será necesario estar atentos sobre qué sectores serán los afectados.
Específicamente, subrayó, el 25% de incremento que propuso afectará a las empresas que realizan exportaciones al vecino país del norte, como el sector automotriz, pero también se debe ver su impacto en los demás.
Cuando se incrementa el precio del petróleo o la gasolina, esto genera una espiral inflacionaria hacia otros productos, como el transporte de alimentos, lo que debe también ser considerado a futuro, abundó.
Si las políticas de Trump no afectan demasiado, es probable que el Banxico, como el organismo dedicado a definir la política de la tasa de interés en nuestro país, pueda reducirla, y eso beneficiaría directamente a los ciudadanos, porque estimularía el establecimiento de empresas en México, lo que implica –a mediano y largo plazos– aumentar las tasas de empleo.







