Muchas cosas se dijeron cuando llegó Efraín Juárez al banquillo de Atlético Nacional, casi ninguna positiva. Que no tenía experiencia, no conocía el futbol colombiano o que le quedaba grande el puesto, este tipo de comentarios predominaron la narrativa de su llegada.
Y las críticas no fueron solo a la persona, sino también a la institución, pues cómo era posible que el más grande de Colombia trajera a un completo desconocido a tomar las riendas del equipo. Esa acción solo era una falta de respeto a su historia y a su afición.
Un gran reto

Y los comentarios tenían cierta razón, pues, a pesar de que Juárez tenía experiencia como auxiliar en el New York City FC, Standard Lieja y el Brujas FC, nunca había estado al frente de un equipo, mucho menos uno de la talla e importancia del Atlético Nacional.
Pero hoy, esos comentarios sobre Efraín Juárez son cosa del pasado y únicamente sirven para pintar un cuadro más completo y satisfactorio del éxito que fue la llegada del campeón del mundo a Medellín.
En cuestión de tres meses, el mexicano le dio la razón a la directiva “Verdolaga”, pues se coronó campeón tanto en Liga como en Copa mostrando un futbol flexible y eficaz.
Primer título
El primer título llegó en la Copa, con la victoria global 3-1 sobre el América de Cali, en una serie donde los verdes demostraron que pueden jugar en diversas situaciones y salir victoriosos.
Ya fuera, viniendo de atrás, dominando la posesión y con mucho gol, o aguantando el resultado, el equipo de Juárez se vio efectivo y capaz de adaptarse a la situación para conseguir el título.
Segunda corona

La segunda corona de Efraín Juárez fue el de Liga en contra del Deportes Tolima y se convirtió en una masterclass de cómo manejar los momentos del partido para conseguir el triunfo.
Sobrellevaron 30 minutos con un hombre menos en la ida y aprovecharon la desesperación de su rival en la vuelta, con lo que consiguieron el resultado global de 3-1.
El currículum de Efraín es una cosa muy interesante, pues en su primera oportunidad como director técnico, conquistó sus dos primeros títulos, por lo que tiene una efectividad del 100% y su palmarés duplica a sus equipos dirigidos.
Y además, ayudó a todos los estudiantes recién egresados, pues es una muestra más de que la capacidad de obtener resultados no depende de la experiencia.
Con la motivación de la defensa de ambos títulos en el futbol de Colombia y el desafío más grande de su carrera en la forma de la Copa Libertadores, Efraín Juárez tendrá un 2025 muy retador.
Pero si algo exhibió durante este año que finaliza, es que le gusta desafiar y destrozar las expectativas, por lo que no se sorprenda nadie si dentro de un año mantiene su mismo número de equipos, pero aumenta la colección de trofeos.
Efraín Juárez le dio al futbol mexicano esa satisfacción de triunfo en este 2024, al igual que en 2005, cuando integró aquella deslumbrante selección que se coronó en la Copa del Mundo Sub17 de Perú.
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